Los ciberdelincuentes han sabido aprovechar las consecuencias de la pandemia de la COVID-19 fijando múltiples objetivos y armados con poderosas herramientas basadas en la nube.
A medida que han ido evolucionando los entornos de trabajo, basados en la actividad en remoto, también lo han hecho sus métodos, tal y como se pone de relieve en el Informe de Ciberamenazas 2021, elaborado por SonicWall. De este modo, afirma Bill Conner, presidente y director ejecutivo de la compañía, 2020 ha supuesto un puno de inflexión “crítico” para la carrera armamentística cibernética.
“Amenazas que antes se pensaba que estaban a dos o tres años de distancia ahora son una realidad, con herramientas basadas en la nube y que crean un ejército de ciberdelincuentes armados con la misma fuerza devastadora y el impacto de un estado-nación o una empresa criminal más grande”.
El estudio destaca amenazas como el ransomware, que alcanza nuevos horizontes con ataques cada vez más dirigidos.
En concreto, este ataque ha repuntado un 62% a nivel mundial, teniendo a la variante Ryuk como el paradigma de la sofisticación y el peligro. Identificado por primera vez en agosto de 2018, en enero de 2020 apareció por primera vez fuera de Estados Unidos y empezó a escalar hasta llegar a los 109.9 millones de casos detectados. Por sectores, el comercio minorista, la sanidad y la administración pública son los que se enfrentan a un mayor volumen de ransomware.
Por otra parte, se han identificado más variantes de malware nunca vistas antes. SonicWall ha descubierto 268.362 nuevos virus, lo que supone un aumento interanual del 74%. De estos, los archivos maliciosos de Office (aumento del 67%) superan a los de PDF (caen un 22%), lo que está relacionado con el auge del teletrabajo.
Asimismo, el informe destaca cómo el cryptojacking regresa cuando las criptomonedas están batiendo récords en el mercado; y cómo el malware de Internet de las cosas (IoT) aumenta a medida que la pandemia crea una red potencial de disrupción. En 2020, los investigadores de la organización registraron 56.9 millones de intentos de malware de IoT, un aumento del 66% en tácticas cambiantes para los ciberdelincuentes.