El 37% de los trabajadores cree que la automatización puede poner sus puestos de trabajo en riesgo –por el 33% que lo pensaba en 2014-, y un 56% considera que los gobiernos deberían poner en marcha algún tipo de medidas para proteger esos empleos, según el estudio Workforce of the future: the competing forces shaping 2030, publicado por PwC y el Said Business School (Oxford).
Aun así, también se ha podido saber que la mayoría de empleados ven a esta tecnología como un facilitador laboral. De hecho, el 65% de los encuestados se muestra convencido de que ésta mejorará sus perspectivas de trabajo. Eso sí, esta convicción varía por países: en Estados Unidos, 73%; en India, 88%-, en Alemania, 48%; y en Reino Unido, 40%. Además, un 73% consideró que la tecnología jamás podrá sustituir a la mente humana, y un 86% que las habilidades humanas siempre tendrán demanda.
Pero esto no quiere decir que no se esté produciendo un cambio de mentalidad. El informe explicó que ya no vale con tener una formación, unos conocimientos y un trabajo para toda la vida; es necesario adquirir nuevas capacidades cada pocos años.
El 74% de los encuestados en el estudio es consciente de la necesidad de reciclarse y aprender nuevas habilidades para seguir activos en el mercado laboral; una responsabilidad que la ven como suya y no necesariamente de la compañía. Y es que el 60% de los profesionales cree que, en el futuro, muy poca gente tendrá un empleo estable y de largo recorrido.
Además, el informe estableció cuatro posibles escenarios de cómo será el mercado laboral en 2030 basándose en las cinco grandes tendencias que están agitando el mundo empresarial: los enormes progresos en el campo de la innovación tecnológica, los cambios demográficos, el enorme crecimiento de las ciudades como centros de población, el vuelco del poder económico desde los países desarrollados a los emergentes y la escasez de recursos naturales y el cambio climático.
“La automatización transformará los tipos de trabajo disponibles, así como la cantidad y su valor percibido. Con la sustitución de aquellos trabajadores dedicados a labores más rutinarias y repetitivas, se amplificará el valor de los profesionales resolutivos, creativos y con mayores capacidades de liderazgo. En definitiva, aquellos trabajadores que sean capaces de realizar las tareas que no pueden ser automatizadas, serán más relevantes”, explicó Richard Lane, director de People & Organisation en PwC.
-IDG.es