Conforme la Inteligencia Artificial comienza a cobrar mayor relevancia en la vida diaria de las personas, surgen cada vez más las herramientas disponibles para apalancar dichas capacidades en beneficio de la productividad de diferentes áreas de negocio e industrias verticales, optimizando tareas y tiempos en todo tipo de organizaciones.
Convirtiéndose en un motor fundamental para la operación de empresas y equipos de trabajo, la IA abre nuevas oportunidades para la eficiencia y la innovación donde antes se dependía completamente de procesos manuales, incluyendo tareas como análisis de datos, toma de decisiones y atención al cliente, las cuales solían ser demandantes en recursos, tiempo y esfuerzo, ahora se habilita una consolidación más ágil y precisa en distintos campos, facilitando la colaboración y fomentando la productividad inteligente:
- Creación de contenido y publicidad: Mediante el uso de plataformas de datos integradas es posible analizar los intereses, necesidades y hábitos de los clientes a partir de información de múltiples fuentes, permitiendo a las organizaciones tener un entendimiento más profundo del mercado y luego usar IA generativa para proponer serie de anuncios, titulares, contenidos o campañas dirigidas a perfiles específicos de consumidores.
- Investigación y gestión interna: No es un secreto que las empresas generan y almacenan un capital de datos en constante crecimiento, sin embargo, al estar desagregados o desestructurados, aprovechar estos datos para la toma de decisiones o identificación de archivos puede ser complicado. Al funcionar a través de todas las aplicaciones de la suite, Microsoft Copilot para Microsoft 365 permite analizar y ubicar la información disponible de forma más rápida, eficiente y precisa, para acceder, administrar e identificar toda la biblioteca de archivos sin importar su antigüedad.
- Análisis predictivos en tiempo real: Los algoritmos de IA pueden analizar grandes cantidades de datos en tiempo real, lo que proporciona información inmediata y permite a las empresas tomar decisiones más rápidas y basadas en datos. Del mismo modo, este tipo de tecnologías pueden pronosticar tendencias y comportamientos basados en datos históricos, lo que permite a las empresas anticiparse más rápidamente a los cambios del mercado y a las necesidades de los clientes.
- Atención en lenguaje natural: A partir de la IA también pueden crearse agentes de servicio con capacidad conversacional, capaces de atender las solicitudes de cliente de forma instantánea, abordando consultas y resolviendo problemas sin intervención humana.
- Optimización de la cadena de valor: Desde el diseño y prototipado de productos, la IA tiene el poder de acelerar los ciclos de desarrollo mediante la simulación de diferentes escenarios, la optimización de prototipos y la predicción de resultados de rendimiento. Esto se refleja también en la fabricación, dónde la automatización robótica de procesos (RPA) impulsada por la IA puede ejecutar procesos de fabricación más rápido y con menos errores. Esto impacta desde el maquetado hasta el piso de venta, ya que permite una administración de inventario más transparente y efectiva, llegando incluso a predecir los niveles de demanda y optimizar tiempos de entrega.
- Reclutamiento de siguiente generación: La Inteligencia Artificial puede filtrar CVs, realizar algunas evaluaciones básicas y, en general, ayudar a identificar a los mejores candidatos más rápido que los métodos tradicionales.
- Detección de fraudes: Estos sistemas pueden detectar y responder rápidamente a actividades fraudulentas mediante el análisis de patrones de transacciones y la identificación de anomalías en tiempo real.
Gracias a su versatilidad, una gran cantidad de roles pueden beneficiarse de la IA como un aliado para sus labores diarias. La IA está diseñada para maximizar las capacidades humanas, por eso en lugar de temer ser reemplazados por este tipo de tecnologías necesitamos centrarnos en la oportunidad: cómo puede empoderarnos para ser mejores, procurando mantenernos preparados para navegar esta nueva era digital. Este paso al futuro implica una visión de innovación responsable y colaboración que debe extenderse a través de todo el ecosistema, garantizando un uso ético de la tecnología para ir evolucionando de la mano, sin importar la tarea, empresa o sector.