Todas las cosas buenas deben llegar a su fin. Para algunos CIO, la decisión de terminar una relación laboral debería ocurrir más temprano que tarde.
La despedida puede ser una pena dulce, pero puede ser inevitable cuando un CIO detecta una señal reveladora de que una salida rápida y limpia del empleo representa la mejor decisión.
La mayoría de los CIO, en un momento u otro, se han encontrado trabajando en una empresa que ha cambiado seriamente de rumbo, ha perdido su enfoque, ha descuidado la competitividad o ha cambiado de manera significativamente perjudicial. Cuando eso sucede, probablemente sea hora de decir adiós.
¿Cómo puede un CIO saber con certeza cuándo es el momento de cambiar su carrera a otra parte? Considere las siguientes siete señales de advertencia:
1. Miedo y asco
Se despierta muy temprano. El sol brilla, los pájaros cantan y una intensa punzada de pavor se apodera de su estómago. La mera idea de ir a la oficina hace que se se le ponga la piel de gallina. Hay muchas razones por las que un CIO puede sentirse así.
“Es posible que haya comenzado con una irritación menor por una decisión comercial o desacuerdos con los líderes empresariales, equipos, silos o asuntos comerciales internos”, advierte Tracy-Lynn Reid, líder de práctica de investigación de CIO en Info-Tech Research Group. Lo que es más inquietante, la empresa puede haber comenzado repentinamente a participar en prácticas comerciales turbias o haber entrado en un mercado que usted encuentra personalmente repulsivo.
“La señal clave de que el CIO ha llegado a un punto en el que debería examinar seriamente la idea de seguir adelante es ese sentimiento de pavor”, señala Reid. Es hora de despertar.
2. Recortes presupuestarios profundos e irrazonables
Malas noticias. El presupuesto de TI acaba de ser recortado por colegas que no tienen idea de cómo su decisión dañará los servicios esenciales. Su acción equivocada impedirá su capacidad para ejecutar la hoja de ruta que planeó cuidadosamente para mantener la competitividad de la empresa en un entorno comercial cada vez más desafiante. Peor aún, “cuando las gallinas vuelvan a casa a dormir”, usted ya sabe quién probablemente tendrá la culpa.
Los presupuestos de tecnología se han convertido en una porción más grande del gasto de la organización promedio y, por lo tanto, se han convertido en un objetivo fácil para un nuevo director ejecutivo o director financiero que busca aumentar la rentabilidad a corto plazo, afirma Keith Sims, reclutador de la firma de búsqueda de ejecutivos Sanford Rose Associates.
Cada CIO necesita desarrollar su estrategia de TI actual y su hoja de ruta en estrecha consulta con sus colegas de negocios. En caso de que se proponga un cambio presupuestario negativo, el CIO debe hacer preguntas difíciles y prestar mucha atención a las respuestas. Si las respuestas son inaceptables, es hora de seguir adelante.
3. Resistencia a la gestión
Muchos CIO deciden tirar la toalla después de pasar meses, quizás incluso años, luchando con colegas de nivel C. Se proponen nuevas iniciativas y estrategias y se rechazan sistemáticamente. Los colegas no ofrecen enfoques alternativos o, peor aún, proponen métodos que son tecnológica o financieramente imposibles. A medida que continúa la batalla, la gerencia puede comenzar a escuchar a los consultores y asesores externos, eliminando efectivamente al CIO del círculo.
Con el tiempo, la empresa comienza a quedarse atrás de los competidores que aprovechan las nuevas tecnologías y metodologías. Eventualmente, el asediado CIO se da cuenta de que la situación nunca mejorará, tira la toalla y comienza a buscar un empleador más dócil.
4. Cambio de administración
Cada vez que una empresa es adquirida por otra organización, es prácticamente seguro que el nuevo liderazgo escudriñará la hoja de ruta de TI existente. Será necesario convencer al nuevo propietario de que la hoja de ruta actual cumplirá con su estrategia comercial, opina Steven Swan, director ejecutivo de Swan Associates, una firma de reclutamiento afiliada a Sanford Rose Associates. “El riesgo es que el negocio cambie de dirección, lo que hará que su hoja de ruta ya no sea relevante”.
Incluso si la empresa es adquirida por una organización cuyo CIO está más o menos alineado con su hoja de ruta, es posible que el C-suite recientemente combinado no preste mucha atención a lo que dice. “No ser capaz de ser efectivo, en el mejor de los casos, y en el peor de los casos, ser considerado redundante, no es un lugar en el que quieras estar”, advierte Swan. A fin de cuentas, probablemente sea un buen momento para comenzar a buscar un nuevo empleador.
5. Innovación disminuida
Para un CIO que se unió a una empresa creyendo que la organización estaba comprometida con la innovación, es decepcionante ver que la gerencia se vuelve cada vez más complaciente.
“Han dejado de innovar; se han estancado y el CIO siente que ya no marca la diferencia en el crecimiento de su organización”, asevera Kimberley Tyler-Smith, exanalista de McKinsey & Co., actualmente estratega en la empresa de servicios tecnológicos profesionales Resume Worded . “Esto puede generar frustración e infelicidad, lo que dificulta que el profesional de TI se mantenga motivado y comprometido con su trabajo”.
6. Puro aburrimiento
A veces, un CIO se convierte en una víctima inocente del éxito. Esto es especialmente cierto para un líder que fue contratado con el mandato de revitalizar una organización de TI en apuros. Ahora, después de lograr ese objetivo, no queda mucho por hacer, salvo mantener la eficiencia operativa. La emoción se ha ido.
Si bien muchos CIO están contentos por liderar una organización “bien engrasada”, algunos líderes de TI prosperan sólo cuando superan los desafíos. Si usted es una de estas personas intrépidas, es hora de comenzar a buscar nuevas oportunidades de éxito.
7. Potencial de crecimiento limitado
Los mejores CIO se dan cuenta de que necesitan seguir el ritmo de múltiples tendencias tecnológicas, de seguridad, empresariales y de gestión. “También tienen que dominar el arte de la venta y la entrega de propuestas de valor financiero, hacer presentaciones en la sala de juntas y evitar trampas públicas o de relaciones públicas”, declara Sims. Quedarse atrás de la curva simplemente no es una opción.
Los CIO deben tener la oportunidad de ampliar sus habilidades con capacitación profesional relacionada con hablar en público, liderazgo, comunicación y ventas, afirma Sims. “Si su empresa no está invirtiendo en capacitación profesional de nivel ejecutivo, es hora de invertir en usted mismo y comenzar a considerar mudarse a una empresa que invierta en usted”, aconseja.
Hacer el movimiento correcto
Los CIO deben asegurarse de que están haciendo el movimiento correcto al considerar todas las opciones cuidadosamente antes de aceptar cualquier oferta de trabajo, sugiere Tyler-Smith. “Siempre deben considerar si la nueva oportunidad les proporcionará o no lo que están buscando: más oportunidades de crecimiento, desafíos, responsabilidades de las que aprender y un entorno en el que se sientan valorados como empleados y líderes”.
Una vez que un CIO decide que es hora de irse, realmente es hora de irse. “A menos que algo cambie drásticamente, cuanto más tiempo permanezca en un entorno que le cause una sensación de pavor, peor será para usted, para quienes lo rodean y para la organización”, dice Reid.
Por lo general, una vez que un CIO sabe que es hora de irse, la cantidad de razones para quedarse se reduce a cero. “En ese momento, existe un mayor riesgo de decir o hacer algo inapropiado que podría tener un impacto negativo duradero en su reputación/marca corporativa y profesional que puede seguirlo después de su inevitable partida”, concluye.
John Edwards, CIO.com