Hace poco menos de un año vio la luz la versión final del estándar 802.11n. Pues bien, todas las ventajas que ofrece este estándar ya están siendo comprobadas por los usuarios, o por lo menos eso es lo que se afirma desde la industria.
Aunque no exento de polémica, el estándar 802.11n es ya una realidad y fue uno de los protagonistas durante la celebración de SITI/asLAN. La versión final se aprobó el pasado mes de junio, momento en el que el límite teórico de velocidad de transmisión de datos que proporciona 802.11n es de hasta 600 Mbps, “y ya se está aplicando en dispositivos que alcanzan los 300 Mbps”, asegura Daniel García, director de ventas para el canal de Netgear.
¿Qué significa esto? “Una auténtica revolución para el entorno empresarial”, afirma el directivo, que puntualiza que “el estándar 802.11n es 40 veces más rápido que los primeros borradores y permite trabajar en dos bandas, en la de 2,4 GHz y en la de 5 GHz. Es el fin de las interferencias en entornos de ruido electromagnético como entornos industriales y zonas de alta densidad de puntos de acceso como oficinas”. Otra de las principales características de este estándar es que “elimina los retrasos en el tráfico de datos vía inalámbrica”.
De esta forma, los usuarios podrán realizar “videoconferencias sin cortes, disfrutarán de convergencia tecnológica en el mismo dispositivo de voz y datos, se reducirá el número de puntos de acceso a instalar que se traducirá en una reducción de costes de instalación, cableado y mantenimiento”, destaca Daniel García, que finaliza asegurando que “801.11n va a cambiar toda nuestra percepción sobre la banda ancha”.