El Consumer Electronics Show (CES,  por sus siglas en inglés) ha sido, desde su primera edición en 1967, la cuna de la innovación tecnológica en la industria electrónica. Dentro de los productos que el CES nos ha dado a conocer a lo largo de su historia, podemos encontrar la consola de videojuegos Nintendo (1985), las televisiones de alta definición (1998) y las tabletas (2010). A decir verdad, una gran mayoría de los productos tecnológicos disruptivos que hoy conocemos y utilizamos, han sido presentados al mundo en el CES.

Es importante destacar que los productos electrónicos de consumo, no son solo bienes que utilizamos por un tiempo finito, reemplazamos o desechamos. Sino que se trata de dispositivos que han transformado enteramente nuestros paradigmas de comunicación, conectividad y entretenimiento. Para ilustrar este mercado, basta con mencionar que, de acuerdo con la Consumer Electronics Association (CEA, empresa organizadora del CES), en 2014 el gasto mundial en dispositivos electrónicos alcanzó $1,024 billones de dólares.

Así, en su edición 2015, celebrada en Las Vegas del 5 al 9 de Enero del 2015, se dio muestra nuevamente de los avances tecnológicos más recientes. Que más que enfocarse en el lanzamiento de productos disruptivos, el CES de este año fue testigo de la maduración de diversas tendencias tecnológicas que sin lugar a dudas, llegarán a transformar el día a día de las personas.

Fuente: Elaborado por The Competitive Intelligence Unit con información de la CEA

Dentro de éstas destacan: los dispositivos vestibles (wearables), la impresión en 3D, la inteligencia automotriz enfocada en la ‘autonomización’, los hogares inteligentes, los drones y las pantallas de resolución 4K y 8K. Si bien estos todavía no alcanzan una adopción masiva como es el caso de los smartphones y las tabletas, parece ser solo cuestión de tiempo. Puesto que en 2014, conformaban únicamente 3% del gasto mundial en dispositivos electrónicos, de acuerdo con la CEA. Sin embargo, exhibieron un crecimiento que supera los tres dígitos (242%), con respecto al año anterior.

De esta forma, una industria naciente y creciente es aquella de los autos inteligentes, la cual se estima que crecerá 3% en 2015, para alcanzar un valor de $11,300 millones de dólares. Ello en razón del desarrollo de la ‘autonomización’ de estos vehículos, de la mano de la integración de sensores de movimiento y proximidad, así como la continua incorporación de conectividad en todo dispositivo.

Debemos recordar que aunque estos avances tecnológicos ya se encuentren presentes en el piso del CES, no significa que su disponibilidad vaya a ser inmediata. Algunos dispositivos, como los smartwatches o relojes inteligentes, ya pueden ser adquiridos en el mercado como productos de consumo masivo. No obstante, existen otros como los drones y los vehículos autónomos, que aún se encuentran en un proceso de maduración y que por tanto, no serán producidos a gran escala hasta dentro de un par de años.

El mercado de los wearables ha alcanzado dimensiones importantes y en 2015 observará un valor aproximado de $7,140 millones de dólares con un crecimiento de 38% de manera anual. Dentro de este segmento, los relojes inteligentes han tenido mayor ímpetu y bienvenida entre los consumidores a diferencia de otros segmentos como la ropa y los lentes inteligentes. De este modo, en 2015, los smartwatches tendrán un crecimiento equivalente a 235% con respecto al 2014, sumando un total de 25 millones de unidades vendidas.

En el caso de los drones, la oferta se ha diversificado de manera considerable, ampliando la gama de productos y funcionalidades. A pesar de ello, existen consideraciones regulatorias con respecto a la privacidad y la seguridad social que involucran a estas aeronaves, frenando su adopción generalizada.

En México, la democratización de estas tendencias parece aún distante, pero también existen cifras que delinean un mercado latente y creciente en el consumo de dispositivos inteligentes. Por ejemplo, durante el 2015, se espera que la venta de smartphones crecerá 22% y alcanzará una penetración de 68% en el mercado mexicano. En tanto que el número de tabletas vendidas en México aumentará 87% de manera anual, para finalizar el año con una penetración de 13% entre los mexicanos.

Por el lado de la innovación nacional, la pulsera inteligente Bitbrick de la compañía mexicana Ironbit fue también presentada en esta edición del CES. Que como otras pulseras inteligentes, tiene la capacidad de monitorear la actividad física, pero se destaca en su uso y complementariedad con smartphones, videojuegos y redes sociales.

Todo ello demuestra que no sólo existe una creciente demanda por dispositivos inteligentes en el país, sino que ya también participamos en la oferta, y año con año avanzamos hacia una mayor adopción de este tipo de tecnologías.

Sin duda, este año podremos dar cuenta de una diversificación en la oferta de estos dispositivos, que conlleva a una reducción en precios, mejorando su asequibilidad para el consumidor final. Un ejemplo de esta dinámica se observa en las impresoras 3D, que han disminuido sus precios hasta llegar a un rango entre $300 y $500 dólares, con la capacidad de imprimir desde fundas para smartphones hasta drones perfectamente funcionales. Ante una reducción significativa de precios, es que la adopción de dispositivos inteligentes continuará en ascenso, encaminándonos desde hogares hasta ciudades inteligentes.

De esta forma, este año se caracterizará por la maduración y masificación de algunas de estas tendencias tecnológicas que aún se encuentran en fase de adopción inicial. La democratización de estos nuevos dispositivos tomará tiempo en alcanzarse y dependerá de factores como la accesibilidad de los precios, su disponibilidad en diversos mercados, la facilidad de interacción con el usuario, entre otros.

– Ernesto Piedras y Benjamín Reyes, The Competitive Intelligence Unit