Investigadores del MIT y Texas Instruments han desarrollado un tipo de chip de identificación por radiofrecuencia (RFID), que podría ser imposible de hackear. La adopción de estos microprocesadores significaría el fin de los robos de números de tarjetas de crédito o de información clave en las empresas.
Tras la creación de varios prototipos y la verificación de su funcionamiento, las dos organizaciones han presentado estos dispositivos. Según Chiraag Juvekar, ingeniero del MIT, el chip está diseñado para evitar los llamados ataques de ‘canal lateral’. Éstos analizan los patrones de acceso a la memoria cuando el dispositivo está realizando una operación criptográfica, con el objetivo de extraer su clave. “La idea de un ataque de canal lateral es que de una ejecución determinada del algoritmo cripográfico solo se escapa una pequeña cantidad de información”, aseguró Juvekar. “Por lo que se necesitarían muchas fugas para extraer un secreto completo”.
Uno de los modos de evitar este tipo de ciberataques es cambiar periódicamente las contraseñas. Para este caso, el chip RFID generaría una nueva contraseña tras cada transacción.
¿Es posible la implementación inmediata de este chip?
Por el momento, el sistema es vulnerable a ataques de ‘fallo de alimentación’, en los que la potencia del chip se cortaría en varias ocasiones antes del cambio de clave. Sin embargo, se han diseñado dos soluciones para frustrar estos intentos. En primer lugar, una fuente de alimentación en el microprocesador sería prácticamente imposible de amenazar. También, un conjunto de células no volátiles podrían almacenar todos los datos cuando el chip está trabajando y empieza a perder el poder.