En su último informe sobre business intelligence y soluciones de analítica de negocio, Gartner insta a las empresas a que hagan ya la transición hacia plataformas de BI modernas, fáciles de usar, que aporten la rapidez y fiabilidad necesarias para crear valor real a partir de múltiples fuentes de datos.
“Cambiar a plataformas de analítica y business intelligence modernas es ahora algo crítico”, llegó a decir Ian Bertram, vicepresidente de Gartner. Y la razón es que este tipo de soluciones están en la etapa final de un cambio que se ha producido en los últimos años hacia una analítica de autoservicio que sirve al negocio. Como resultado, han emergido plataformas que satisfacen los requisitos de las organizaciones de accesibilidad y agilidad, además de aportar una visión más profunda.
Gartner consideró que la analítica seguirá ganando peso estratégico en la mayoría de las empresas y será fundamental para la mayoría de las funciones de negocio, hasta el punto que cada unidad será un centro de análisis y cada persona un usuario de estas herramientas de análisis.
“Ya no es posible que los directores de marketing (CMO) sean sólo expertos en branding y colocación de anuncios. También deben serlo en analítica de clientes. Lo mismo ocurre con el jefe de Recursos Humanos, el de la cadena de suministro o los que ocupan puestos financieros en la mayoría de las industrias”, subrayó el especialista.
La diferencia más significativa entre una plataforma moderna y una tradicional es la cantidad de modelado de datos que hay que realizar, así como las habilidades necesarias que se necesitan para obtener los análisis. En las tradicionales, la preparación de los datos se lleva a cabo desde TI, mientras que con las modernas su papel es sólo de habilitador. Además, los informes son estáticos y predefinidos, mientras que la nueva generación permite la exploración de formatos y ofrece flexibilidad al usuario.
Se estima que este año la cifra global de negocio de las soluciones de BI y Analytics se sitúe en los 16.900 millones de dólares, lo que supondría una mejora del 5,2% con respecto a 2015, según las previsiones de la firma.
– IDG.es