Esta semana, la NASA planea realizar una prueba de su sistema de control de tráfico aéreo para drones cuando despeguen hasta 24 simultáneamente desde varios puntos de Estados Unidos.
La prueba podría suponer un gran avance como sistema de seguridad para este ámbito y favorecer su adopción en diversos sectores.
El sistema de gestión del tráfico de aeronaves no tripuladas, denominado UTM, se considera un gran avance en este ámbito, si demuestra su capacidad para gestionar el vuelo sin tripulación, evitando colisiones en el aire con el resto de tráfico convencional y con otros drones.
UTM facilita a los operadores de drones contar con un plan de vuelo y la solicitud de autorización, al verificar que no entra en conflicto con otros vuelos.
La prueba de esta semana será controlada desde el Centro de Investigación Ames de la NASA, situado en Silicon Valley, donde se ha llevado a cabo gran parte del desarrollo del sistema UTM. Si el tiempo lo permite, hasta cuatro aviones no tripulados despegarán de cada una de las seis zonas de ensayo de la Administración Federal de Aviación (FAA), en Alaska, Dakota del Norte, Nevada, Nueva York, Virginia y Maryland. También habrá participación desde Texas si el tiempo lo permite.
Será la primera vez que la plataforma UTM de la NASA se pruebe en múltiples localizaciones y con vuelos coordinados.
La necesidad de contar con un sistema de este tipo se volvió a subrayar el pasado domingo, cuando el piloto de un avión de British Airways informó que había colisionado con un avión no tripulado, cerca del aeropuerto londinense de Heathrow. Se encontraba a 1,700 pies (aproximadamente 518 metros de altura), por encima de la altitud de seguridad para volar de una aeronave tripulada en el espacio aéreo controlado, aunque no sufrió ningún daño.