Las soluciones de gestión del ciclo de vida del producto (PLM) están evolucionando y su enfoque trasciende lo interno, lo cual favorece la innovación a la hora de diseñar, desarrollar, fabricar y ofrecer productos, mediante la aportación de valor y la posibilidad de colaborar entre todo el ecosistema de la empresa, desde socios, a proveedores y clientes.
Esta es una de las conclusiones del informe IDC MadurityScape: The Product Innovation Platform, que identifica las etapas, medidas críticas, resultados y acciones necesarias para que las empresas desarrollen eficazmente su estrategia PLM en toda la organización y su cadena de valor.
Los cambios que se producen en el mercado están acelerando los planes de las empresas para evolucionar hacia plataformas de innovación de productos. Por ejemplo, los fabricantes se enfrentan a un aumento de la complejidad –en productos, procesos y cadenas de valor– que trae consigo esa necesidad de plataformas de próxima generación.
Además, mediante la ampliación de PLM, los fabricantes están en mejor posición para lograr un equilibrio entre actividad y estabilidad.
Es decir, no es sólo cuestión de crear productos de calidad que proporcionen un flujo constante y predecible de ingresos (estabilidad), sino también de innovar y mejorar los mismos (vitalidad) para acelerar su crecimiento.
La nuevas plataformas, según IDC, impulsan aspectos como la innovación abierta, la racionalización de los costos mediante mejores decisiones relacionadas con el producto, mayor visibilidad de la decisiones en toda la cadena de valor, mejoras en ingeniería de sistemas y en la gestión de la calidad, tanto en procesos como en productos.
Cinco piezas para tener en cuenta
Para alcanzar estos beneficios, la firma de análisis considera que hay cinco piezas fundamentales que cualquier fabricante debe tener en cuenta.
Por una parte, debe existir una única instancia para los datos de producto, tanto los miembros internos como externos. Por otra, la plataforma debe cubrir todos los ámbitos de PLM, desde la idea, PPM, requisitos, cPDM, diseño colaborativo, planificación del proceso de fabricación, y visualización.
Además, debe mejorar la colaboración entre ingeniería y fabricación. Esto hoy significa disponer de instrucciones de trabajo visuales, pero en un próximo futuro predominarán la realidad virtual y la aumentada. No se puede olvidar tampoco la integración de dos aspectos clave, la gestión de la calidad y la de cumplimiento normativo, así como de los procesos de fabricación y desarrollo.
Y, para terminar, “también se debe integrar con el ciclo de vida de los servicios que acompañan al producto, si es necesario”, según IDC.