Actualmente los directores del área de Finanzas (CFO) se interesan por detalles técnicos de la arquitectura o los sistemas que se utilizan y quieren saber cómo se mantiene la estabilidad de la infraestructura para crecer y crear ventaja competitiva.
“Están intentando entender lo necesario sobre la gestión óptima de la TI y determinar si se utilizan las plataformas correctas para provocar su crecimiento”, subraya Ajit Kambil, director de la investigación del área de CFO de Deloitte.
Estos resultados parecen desafiar lo que han venido creyendo muchos directores de TI (CIO), aunque es cierto que hace tiempo que muchos de ellos ya no creen que los CFO les consideren un simple foco de gastos.
Una brecha entre ambos
No obstante, todavía existe una brecha evidente de comunicación entre el CIO y el CFO, aunque ambos pretenden aportar valor al negocio a partir de las TI, reconoce Khalid Kark, responsable de investigación del área de CIO en Estados Unidos de Deloitte Consulting.
Los expertos recomiendan a los responsables corporativos provocar que su CFO y su CIO colaboren y persigan objetivos comunes, por ejemplo, asegurarse de que la operativa comercial se lleva a cabo con eficacia, o colaborar en dar forma a la estrategia de crecimiento y estabilidad.
Por su amplia visión de la empresa, el CIO puede tener grandes ideas de innovación y, junto al carácter metódico del CFO, pueden crear la perfecta combinación para llevar a cabo con éxito los desafíos tecnológicos de las compañías.
Al final, una fuerte asociación entre ambas figuras favorecerá la alineación entre las inversiones TI y los planes estratégicos del negocio.