El ‘Brexit’ es, desde este viernes, una realidad y tanto los ciudadanos como las instituciones europeas han empezado a prepararse para amortiguar las consecuencias de un referéndum que puede ser letal para las aspiraciones comunitarias. David Cameron, primer ministro británico, ya anunció su dimisión, pero prefiere postergar su retirada hasta la negociación oficial con la Unión Europea.
Si el día antes del plebiscito reinaba el optimismo, y la libra presumía de fortaleza, hoy, como primera secuela, descendió a los mínimos que tuvo en 1985. Los expertos hablan de una caída progresiva de confianza y de autoridad de la Unión Europea frente al desdén de la que hasta ahora ha sido su región económica más fuerte. Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, en las primeras reacciones oficiales, pidió tranquilidad y garantizó la estabilidad de la UE, luego de asegurar que están preparados para afrontar el “peor escenario posible”.
Con todo, Europa se tambalea y uno de los grandes cimientos es el conglomerado TIC. Según un estudio publicado por Deloitte en 2014, Londres es el hogar del 60% de las sedes europeas de las grandes empresas.
En este segmento se incluyen multinacionales como Samsung, Sony, Toshiba, Intel, LG, Oracle y Xerox. Éstas se pueden ver aisladas ante un mercado de 500 millones de clientes, y podrían optar por abandonar las islas.
“El efecto más directo es una mayor complejidad en las operaciones de las grandes multinacionales que tendrán que reasignar recursos para enfrentar una nueva realidad”, explicó aComputerworld Fernando Maldonado, analista principal de Delfos Research.
Si algo ha caracterizado a las políticas comunitarias es la búsqueda de integración entre directivas, compañías y organizaciones. Gran parte de este principio político lo recoge el proyecto del Mercado Único Digital que se está acabando de ultimar y que tiene como objetivo impulsar la innovación y el crecimiento económico a través del desarrollo del potencial de las TIC.
“La salida de este camino común tendría trascendentales esfuerzos negativos, ya que frustraría los esfuerzos de ser una potencia económica que quiere competir a nivel global en materias como el comercio o los servicios electrónicos”, comentó Miguel Recio, abogado experto en el sector TIC. “Además, entraríamos en una fase de incertidumbre jurídica tanto para empresas como para personas físicas que son clientes o usuarios de servicios TIC prestados desde allí o por empresas del Reino Unido”.
En opinión de Maldonado, el Brexit “puede significar un revés para los ecosistemas de startups londinenses dificultando no sólo la captación del codiciado talento –ahora que estamos inmersos en la batalla por el talento– sino también alcanzar una rápida escalabilidad”.
Opiniones encontradas
Durante la campaña previa al plebiscito, Juniper Research efectuó una encuesta que reveló que casi dos tercios de los empleados de la industria de TI de Reino Unido pensaba que el resultado de la salida del Reino Unido de la UE tendría consecuencias negativas para todo el mercado tecnológico y provocaría una reducción de sus fondos.
El 35% restante, en cambio, creía que el Brexit sería beneficioso o tendría un pequeño impacto en el mercado global de TI. Para el 90% de los encuestados, quienes consideraban poco impactante la decisión, el principal argumento era la globalización de esta industria y la poca afectación de las fronteras y políticas en su desarrollo.
– Mario Moreno, Computerworld España