Según un reciente informe, la compañía estaría planteándose la venta de su negocio de seguridad, ya que la empresa trata de enfocarse, en esta nueva etapa, en la consolidación del desarrollo de chips para la era de la informática en la nube y los dispositivos conectados. Como muchos recordarán, el negocio seguridad llegó en gran parte cuando Intel adquirió en el año 2010 a la compañía McAfee con la intención de integrar la funcionalidad de seguridad en sus chips. Desde entonces, Intel ha llevado a cabo ciertas implementaciones en esta materia con el fin de dotar a sus chips de tecnología segura desde el proceso de fabricación, para garantizar una mayor detección de las amenazas a nivel de capas.
La compañía informaba allá por el año 2011, que con motivo del incremento de las ciberamenazas, se hace necesaria una protección efectiva en toda la variedad de dispositivos que se encuentran conectados a Internet, tales como computadoras, dispositivos móviles, equipos médicos, vehículos y cualquier sensor que forma parte ya del ecosistema IoT. Esto involucra tanto al hardware, como al software y los servicios.
Según la última información conocida y publicada por The Financial Times, Intel estaría hablando con el sector bancario sobre el futuro de su negocio de seguridad. Un grupo de firmas de capital privado podrían unirse para comprar el negocio de seguridad si no se vende al mismo precio a una cantidad superior con la que Intel se hizo con ella.
Patrick Moorhead, presidente y analista principal de Moor Insights & Estrategia, señaló que Intel podría vender una de las piezas que forman parte del servicio, pero no todas las capacidades de seguridad. No cabe duda, destacó Moorhead que “Intel tiene grandes capacidades de seguridad en este momento y la seguridad sigue siendo de suma importancia para el futuro de IoT. La seguridad basada en hardware es vital para el futuro de las comunicaciones”, puntualizó el analista.
Otras compañías como Symantec, anunciaban recientemente la adquisición del proveedor de seguridad Blue Coat por una cantidad cercana a los 4.650 millones de dólares, en un acuerdo con el que la compañía pretende ampliar la cartera de tecnologías de seguridad que ofrece a organizaciones que migran sus soluciones e infraestructuras a la nube.
El pasado mes de abril, Intel anunciaba que situaría a la nube como eje central de su negocio, una fase que vendría asociada a una serie de ajustes que implicaba recortes en su plantilla. Los ingresos provenientes de la nube e IoT ya supusieron el pasado año 2015 un 40% del total de las ganancias de la compañía.
-IDG.es