El gasto mundial en tecnología se mantendrá plano este año, en el entorno de los 3,41 billones de dólares. Sin embargo, el nuevo dato es mejor que la anterior perspectiva, que estimaba un descenso interanual del 0,5%.
Este año se considera una paradoja para los expertos que lo observan como el de mayor ritmo de cambio y el de menor incremento del gasto en TI. Para John-David Lovelock, vicepresidente de investigación de Gartner, “2016 es el año en el que las empresas se convierten en digitales y abordan procesos como Internet de las cosas, e incluso negocios algorítmicos. Para financiar estas nuevas iniciativas, muchas empresas están recurriendo a centrarse en las nuevas alternativas digitales (por ejemplo, SaaS en lugar de software bajo licencia, voz sobre LTE [VoLTE], asistentes digitales en lugar de personas) para ahorrar dinero, simplificar la operativa y extraer valor en menos tiempo. La amplitud de alternativas a las tecnologías tradicionales transformará lo que se compra y la forma de adquirirlo, así como el gasto”.
La nueva proyección de Gartner es que el gasto en sistemas de centros de datos alcance este año los 174.000 millones de dólares, lo que representa un aumento del 2% interanual; el de software empresarial se situará en 332.000 millones de dólares, un 5,8% más, mientras que el de dispositivos se situará en 627.000 millones.
En cuanto a los servicios, el gasto se incrementará hasta 898.000 millones de dólares, lo que supone un incremento del 3,7%. Y, por último, los servicios de comunicaciones alcanzarán,138 billones de dólares, cifra que muestra un descenso de un 1,4% sobre el año pasado.
Datos que no tienen en cuenta el efecto Brexit
El nuevo pronóstico indica que el crecimiento del gasto tecnológico se mantendrá plano, y tiene que ver con las fluctuaciones de las monedas. Además, no ha tenido en cuenta el impacto del Brexit por realizarse con anterioridad al referéndum. “Y, con la salida del Reino Unido, es probable que haya una erosión de la confianza empresarial y de los precios que tendrá un impacto en el mercado británico y en toda Europa Occidental”, reconoció Lovelock.
En todo caso, el cambio iniciado en Reino Unido aún está por definir, sostiene el analista, aunque sí puede adelantarse que el país resultará mucho menos tentador para los trabajadores europeos, también los de TI, lo que perjudicará a los respectivos departamentos tecnológicos de ese país.
-IDG.es