Corren ríos de tinta sobre los horrores y desastres que podrían causar un mundo lleno de robots y de Inteligencia Artificial, pero los investigadores se están intentando adelantar a este panorama. En particular, la importancia de generar una IA en la que se alcance conciencia humana es el gran reto de la ciencia, tal y como se está repitiendo una y otra vez en la Conferencia Internacional Conjunta sobre este tema que tiene lugar en Nueva York.
“Es crucial el diseño de sistemas inteligentes que cooperen perfectamente con las personas”, dijo Barbara Grosz, profesora de Harvard. “Es un imperativo, no una opción. La Inteligencia Artificial debería ser un complemento a la inteligencia humana, no un reemplazo”. Como tal, una habilidad para entender quién está interactuando con quién y quien es el que toma las decisiones. “La inteligencia humana está profundamente arraigada en la interacción social. Sin el avance en estados de conciencia humanos, en la IA perderemos la parte de la inteligencia”.
“Mientras que los humanos tienen sentimientos complejos como la compasión, hacen juicios de valor o entienden los beneficios sociales, la IA destaca en la detección de anomalías y en el análisis de población”, explicó Guruduth Banavar, vicepresidente de computación cognitiva de IBM.
Los humanos y las máquinas trabajando juntos tienen el potencial de mejorar las habilidades de los expertos en muchos sectores. Pero, para que esto ocurra, se necesita la autonomía y la habilidad para trabajar en entornos de grupo con un enfoque compartido.
Otras características importantes son obtener un lenguaje que permita expresar creencias e hipótesis junto con la capacidad de construir modelos del comportamiento de los demás y el interés por enseñar y aprender. “En general, este tipo de inteligencias artificiales deben relacionarse con las personas como si fuesen aprendices y no herramientas”, indicó Kenneth Forbus, profesor de la universidad de Northwestern.
Otra cuestión que se ha tratado en el evento ha sido la de los robots móviles, capaces de entregar, por ejemplo, paquetes en una oficina o de acompañar a los seres humanos de un lugar a otro. A veces, necesitan ayuda humana para la comprensión de una orden o incluso para presionar un botón del ascensor. Para ellos, la planificación centrada en el ser humano podría significar la elección de una ruta que no es solo la mejor en términos de disponibilidad de potenciales ayudantes humanos.
También es importante para este tipo de robots la ‘transparencia’ o saber el estado interno del robot. Señales luminosas o la capacidad de articular lo que están haciendo podrían ayudar a las personas a una mejor comprensión.
-IDG.es