En Estados Unidos, cada día más empresas de tecnología y departamentos de marketing suben ofertas de trabajo buscando ‘growth hackers’, y el ‘growth hacking’ se impone como uno de los mejores métodos para que las pequeñas empresas y las ‘startups’ puedan competir con las grandes corporaciones al más alto nivel. Pero, ¿qué es?
Podríamos definir el growth hacking como una disciplina que busca incrementar de forma rápida y notoria el volumen de usuarios, ingresos o impactos de una empresa con el mínimo gasto y esfuerzo posible a través de hacks o experiencias exitosas.
El modelo de crecimiento de los growth hackers ayuda a maximizar las experiencias exitosas, y está basado en un método conocido como las cinco etapas AARRR:
- A para Acquisition (adquisición), la capacidad para atraer tráfico cualificado a un sitemediante diferentes canales.
- A para Activation (activación), la habilidad de proporcionar una primera experiencia satisfactoria al visitante.
- R para Retention (retención), el ser capaz de hacer volver a un usuario satisfecho después de la primera experiencia.
- R para Referral (referencia), mediante la cual los usuarios recomendarán a sus círculos los productos o servicios.
- R para Revenue (ingresos), la capacidad de hacer que el cliente pague y optimice su cesta.
A partir de esta metodología las marcas pueden aislar los puntos críticos de su recorrido de engagement con el cliente. Así, un ecommerce con una buena adquisición, tasa de retención y capacidad para generar boca a boca, pero con problemas para aumentar su número de usuarios activos, tendría que centrarse en la segunda etapa, la activación.
El growth hacker identificará por qué los usuarios no llegan a la conversión, y propondrá soluciones como construir un servicio al cliente optimizado en las redes sociales o integrar un chat en las zonas claves de la web, para que los agentes puedan guiar al consumidor hasta la compra.
Los growth hackers han llegado para quedarse, y ya están ayudando a muchas startups tecnológicas a mejorar sus resultados analizando las cinco etapas AARRR y recomendándoles la mejor estrategia a seguir para cada una de ellas.
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La autora de este artículo, Beatriz Zabalegui, es Marketing and Communications Officer de iAvize.