Se cumplen 31 años de aquel triste y sorpresivo acto de la naturaleza, el terremoto de la Ciudad de México de 1985, el cual alcanzó 8.1 grados en escala de Richter, siendo un evento que ocasionó grandes pérdidas humanas y materiales. De acuerdo al informe final del Comité de Reconstrucción del Área Metropolitana de la Ciudad de México se afectaron 12 mil 747 inmuebles de los cuales el 65% eran de uso habitacional, el 20% comercial y oficinas y el 13% educativos.
Esa es la característica de la naturaleza, actúa sin avisar, nadie se salva de este tipo de incidentes y a cualquiera le pueden ocurrir. En ese momento este terremoto puso en crisis a empresas de todo tipo y tamaño, tales como hospitales, bancos y escuelas, quienes sufrieron pérdidas totales de datos en una época en donde la mayor parte de la información se almacenaba de manera física y era difícil de recuperar. El impacto económico fue devastador, muchas empresas quebraron o tardaron años en recuperarse. Sin contar el enorme dolor que dejó en muchos corazones la pérdida de sus seres queridos.
Con el avance de la tecnología hoy escuchamos hablar de conceptos como virtualización, nube y almacenamiento moderno. El volumen de información que se genera crece aceleradamente, el universo digital se duplica cada dos años y se multiplicará por diez entre 2013 y 2020 –de 4,4 millón de millones de gigabytes a 44 millones de millones de gigabytes – y es que actualmente a los negocios se les demanda estar en línea en todo momento, no hay tolerancia para tiempos de inactividad, tener la información disponible 24.7.365 tiene un valor incalculable y se traduce en pérdida o ganancia de oportunidades.
Pero mientras esto pasa, la pregunta sería: a 31 años de este suceso que marcó al país ¿están las empresas mejor preparadas para proteger y recuperar su información ante desastres naturales?
El año pasado, nos enteramos del desafortunado golpe que dio la naturaleza a Google con cuatro rayos que cayeron en su Centro de Datos en Saint-Ghislain, Bélgica. Gracias a la magnífica preparación de Google, la información se recuperó prácticamente al 100% pero esto podría ocurrirle a cualquiera y, por desgracia, es sólo en este tipo de contexto crítico que las empresas se dan cuenta del verdadero valor de un plan de recuperación de desastres. Afortunadamente, Google estaba preparado y debe ser elogiado por sus acciones. Teniendo en cuenta la cantidad de datos y el tráfico que la empresa tiene que gestionar, el incidente podría haber sido mucho peor.
El tiempo de inactividad en aplicaciones llega a costar a las empresas hasta $16 millones de dólares cada año, además de la pérdida de confianza de los clientes y el daño a la marca de las organizaciones; ante un daño provocado por algún desastre natural como el de 1985, las soluciones tradicionales hoy en día, ya no son suficientes.
Una estrategia sólida de disponibilidad permite a las empresas reiniciar su sistema de información después de un desastre en cuestión de minutos. También incluye las fases de priorización con el fin de garantizar la recuperación de la actividad tanto en términos de tecnología como humanos. Y es importante para hacer frente a este desafío contar con soluciones modernas que proporcionan el nivel adecuado de disponibilidad en el centro de datos a la vez que garantiza que el canal de comunicación se optimiza constantemente. Además, las organizaciones deben prepararse mediante la implementación de Centros de Datos modernos y seguir la regla 3-2-1: tres copias, al menos en dos tipos de almacenamiento de datos, entre ellos uno fuera del sitio.
No basta con hacer un respaldo, éste debe estar al día, y debe ser funcional para minimizar el riesgo de pérdida de datos. Esto también es cierto para la replicación fuera del sitio. Dentro del Reporte de Disponibilidad Veeam 2016, se muestra que poco menos de la mitad realiza respaldos de prueba mensualmente, o incluso con menos frecuencia. Los periodos largos entre pruebas incrementan la posibilidad de encontrar problemas cuando es necesario recuperar datos, punto en el que quizá sea demasiado tarde para estas organizaciones. De las empresas que realizan pruebas de respaldo, sólo el 26% evalúa más del 5% de sus respaldos. Sin embargo, las soluciones de disponibilidad modernas garantizan la calidad de las copias de seguridad creadas sin ningún esfuerzo adicional. Las tecnologías ahora permiten realizar respaldos y replicas que se recuperan hasta en menos de 15 minutos, hacer pruebas en ambientes de producción y garantizar su efectividad.
El 96% de las organizaciones a nivel mundial están incrementando sus requerimientos de minimizar los tiempos de inactividad y 94% de las organizaciones en garantizar el acceso a los datos, por lo tanto, optar por una solución de disponibilidad efectiva, permite a las empresas no sólo minimizar los riesgos de pérdida y la imposibilidad de recuperar los datos ante cualquier desastre cotidiano o provocado por la naturaleza, sino también garantizar la continuidad del negocio, es decir, el Always-On Enterprise.
– Jonathan Bourhis, director general de Veeam México