Wi-Fi Alliance (WFA) presentó un plan de pruebas para hacer efectiva la convivencia entre el Wi-Fi y los productos LTE-U (sin licencia), por el cual se elevaría el 4G para el espectro sin licencia y del que los usuarios de Wi-Fi dependen. También aseguró que se está cualificando un laboratorio independiente donde los vendedores LTE-U pueden llevar sus equipos para realizar los test.
Estos dispositivos podrían traer un mejor servicio a los usuarios de zonas muy pobladas. Sin embargo, algunos fabricantes y operadores de equipo de Wi-Fi, incluidos los operadores de cable que utilizan Wi-Fi para competir con los operadores de telefonía móvil, advierten que la nueva tecnología podría afectar negativamente al rendimiento Wi-Fi.
LTE-U es una versión del espectro LTE sin licencia que solo está permitido en determinados países como Estados Unidos, Corea del Sur y China. Europa requiere de otras medidas adicionales para proteger las redes Wi-Fi. Esta tecnología, llamada LAA (Acceso Asistido con Licencia), puede incluso ser adoptada en todo el mundo.
Los directivos que encabezarán el proyecto han asegurado que “ambas partes del conflicto están realizando muchos esfuerzos por incorporar beneficios para todos”. Sin embargo, varios partidarios de LTE-U, entre ellos Qualcomm, se han quejado en varias ocasiones de que el proceso está llevando demasiado tiempo y que la balanza está inclinada para la conexión Wi-Fi.
La Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos se ha apoyado principalmente en la industria para asegurarse de la convivencia de las dos conexiones, aunque ha limitado las pruebas en algunas zonas. Sin embargo, la WFA ha indicado que no precisan de ninguna ley para asegurar la coexistencia.