Antes de la presentación oficial del Galaxy S8 programada para esta semana, Samsung anunció que reciclará algunas de las phablet fallidas y de los dispositivos Note 7 que fueron retirados para volver a entregarlos a los consumidores.
El comunicado de prensa difundido por la compañía no especifica el número de dispositivos que rehabilitará, pero en él explica que los utilizará como “teléfonos restaurados o teléfonos de alquiler”. Samsung ofrece un programa de arrendamiento que asigna a los usuarios un nuevo dispositivo después de un año de pago, pero la multinacional surcoreana no expresa si se trata de un teléfono Note 7 restaurado.
En el documento sostiene que “la aplicabilidad depende de las consultas con las autoridades regulatorias y con los proveedores, así como de la debida consideración de la demanda local. Las fechas de lanzamiento se determinarán en consecuencia”.
No está claro cómo afectará este plan a la prohibición de tomar un vuelo con un Note 7 a bordo en Estados Unidos, aún vigente a pesar de que las aerolíneas ya no están obligadas a anunciar dicha privación a los pasajeros.
Restauración y extracción de piezas
En el proceso de restauración de dispositivos, Samsung extraerá chips, cámaras y metales de los Note 7 retirados, como oro, níquel, cobre y plata, con la colaboración de compañías eco-friendly especializadas en tales procesos.
Desde que los dispositivos comenzaron a explotar e incendiarse el año pasado, Samsung ha tratado de recoger el mayor número de teléfonos posible. Asimismo, los principales proveedores expidieron una actualización de software a principios de este año para deshabilitar la carga de la batería de los dispositivos restantes. En el último recuento, la compañía surcoreana afirmó que más del 96% del total de dispositivos había sido devuelto.
Samsung ya ha dado detalles de su verificación de seguridad de batería de 8 puntos, y los consumidores pueden estar seguros de que la compañía realizará esta prueba en todos y cada uno de los teléfonos Note 7, probablemente dos veces.
Todo apunta a que no se venderán en Estados Unidos, sino que se llevarán a cabo en mercados emergentes con un gran descuento, aunque estos dispositivos serán tan seguros como cualquier otro teléfono Galaxy.