“Los gobiernos de todas las ciudades tienen el gran reto de optimizar todos los servicios con el propósito de mejorar el estilo de vida de la gente -lo que incluye desde agilizar el tráfico vehicular hasta desarrollar aplicaciones útiles que se prevé serán muy demandadas, considerando que la penetración de dispositivos móviles seguirá creciendo- y ellos tendrán que depender cada vez más de la tecnología para conformar ciudades inteligentes”, indicó Ricardo Wolff, director general de BMC México.
México es un buen ejemplo de un país que está evolucionando gradualmente en este tema,consideró Wolff, quien expresó que nuestro país ha estado implementando algunas iniciativas para digitalizar y adoptar procesos que pueden ser parte de una ciudad inteligente.
Esto ha sido reconocido por organizaciones globales como la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), que en su informe “Ahorro de gastos administrativos en Colima y Jalisco a través de una ventanilla única” concluyó que las autoridades podrían haber ahorrado más de 66 por ciento en gastos administrativos en el estado de Jalisco, y un poco más del 44 por ciento en Colima gracias a la digitalización de procedimientos relacionados con el proceso y la concesión de permisos en línea para trámites como abrir un negocio o construir una propiedad, explicó Wolff.
El informe citado por el directivo de BMC México, también estima que el costo administrativo de la gestión de documentos para dar de alta a nuevas empresas y otorgar permisos de construcción ascendió, a 8.9 millones de pesos en el estado de Colima y 346 millones de pesos en el estado de Jalisco, respectivamente, pero debido a la digitalización se registraron ahorros de 3.9 millones de pesos en Colima y 228 millones de pesos en Jalisco.
“Por supuesto, una ciudad ofrece una multitud de servicios digitalizados que van más allá de la administración pública y contribuyen a su configuración como una ciudad inteligente. Por eso es que existen sistemas de pago para parquímetros totalmente digitales que son másfáciles de usar, como el EZ-pass, que elimina los recibos de pago o multas en el parabrisas. Además, no limita el tiempo de estacionamiento al número de monedas introducidas en la alcancía, ya que el pago se realiza a través de un teléfono inteligente. También facilita el pago de casetas en caminos y servicios similares”, citó Wolff.
La nube, jugador imprescindible
En ese sentido, la nube -tanto privada como pública- debe formar parte de la infraestructura tecnológica de una ciudad inteligente, ya que permite a los departamentos de TI del sector público no sólo ser proveedores de servicios tecnológicos, sino también convertirse en intermediarios de servicios entre los ciudadanos y las instituciones que representan.
“Por tal motivo, pueden proporcionar servicios de TI digitalizados de fuentes múltiples y mejorar la satisfacción del usuario-ciudadano a través de un servicio más eficiente. A través de este esquema, una dependencia del sector público puede proporcionar a sus usuarios múltiples ofertas de proveedores de servicios unificados, así como operar servicios solicitados en distintos entornos de nube (privados y públicos)”.
BMC considera que los proveedores de TI desempeñan un papel fundamental en el éxito de una estrategia y una implementación inteligente en una ciudad, ya que su gama de soluciones puede ayudar a los gobiernos a abordar muchos puntos difíciles, como:
– Automatización de solicitudes de atención con respuesta en días, no meses;
– Informes que identifican servidores que requieran parches para mantener una seguridad más sólida y un cumplimiento continuo de las normas y requisitos solicitados;
– Reducción de horas a minutos para el registro de datos y la producción de informes auditables;
– Reducción de los costos de entrenamiento del personal que atiende al público, mediante capacitación en tiempo real;
– Actualización de los sistemas centrales para lograr una interrupción mínima en los servicios de TI;
– Transparencia en los gastos de administración;
– Supervisión completa de extremo a extremo con gestión inteligente de los eventos y de los impactos para acelerar el diagnóstico y la resolución de problemas.
La “digitalización de todo” debe ser tan relevante y convincente para el Estado, los gobiernos locales y los gobiernos federales, como lo es en el sector privado. “De hecho, la rápida adopción de la tecnología digital en el mundo comercial está cambiando las expectativas de los ciudadanos acerca de cómo deben interactuar con su gobierno, al tiempo que está impulsando a los departamentos de TI de los gobiernos a repensar fundamentalmente cómo ofrecen servicios a sus habitantes. Es hora de que los gobiernos asuman el reto”, finalizó el directivo.