Hoy la oportunidad de aprovechar la inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés) mediante el Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) es enorme. Si ya tienen el proyecto de capturar datos provenientes del IoT, entonces el siguiente paso es indagar en ellos para que la AI haga mucho más por sus negocios.
Hay tres ventajas que el Internet “de tus cosas” puede potenciar: primero, los procesos se optimizan gracias al análisis de datos en tiempo real; por ejemplo, sensores inteligentes que economizan energía e insumos. Segundo, la toma de decisiones de manera rápida gracias a reportes que ofrecen información oportuna y de valor. Por ejemplo, una plataforma de operación de datos proveniente de sensores y dispositivos que están en contacto con los clientes y usuarios. Y el último de estos tres puntos es recortar gastos debido a una proyección inteligente de la demanda.
Las experiencias de los usuarios finales evolucionarán de manera dramática en los próximos años debido al IoT y a la AI. En 2030 se prevé que 15% de los vehículos serán autónomos y se deberá en gran medida a la combinación de estas dos tendencias. Esto demuestra que las combinaciones de ambas pueden crear nuevos modelos de negocio para una industria y transformar las experiencias de uso. Un automóvil en los próximos años gozará con telemetría, sensores, sistemas de información y entretenimiento, navegación, cámaras, radar y más.
En Microsoft, los investigadores de inteligencia artificial aprovechan la explosión de datos y el poder de cómputo para potencializarlos con algoritmos avanzados para experiencias naturales entre máquinas y personas. De este modo se pueden buscar soluciones a grandes problemas de la humanidad como optimizar usos de energía, ciudades más seguras, edificios inteligentes y mejores servicios, pero las organizaciones de todo tipo también pueden mejorar el desempeño de sus procesos y optimizar operaciones.
Por el lado del IoT, la promesa por parte de los investigadores de Microsoft es que los activos de la empresa tendrán ojos y oídos, y la capacidad de hablar en tiempo real para así monitorear mejor todo lo que es relevante para una organización para detonar de manera automática alarmas, acciones, diagnósticos y mantenimiento preventivo.
Sólo falta seguir los puntos para entender cómo los datos provenientes del IoT pueden aprovecharse para apuntalar la AI. El Big Data es una tendencia que ya es una realidad para muchas empresas y que mejor forma de adquirir datos que con máquinas y dispositivos que están por doquier en una organización.
Para cerrar quisiera platicarles de un escenario en particular que me resulta muy interesante: salud con IoT e AI. Hoy ya es posible que un paciente sea monitoreado a distancia; datos como presión arterial, pulso y oxigenación de la sangre pueden ser obtenidos lejos del hospital. Cuando a esta información se le suman datos de actividad física y alimentación es posible detectar algún patrón de enfermedad. Pero aún hay más: si la información de los sensores se cruza con una base de datos pública como la del reporte meteorológico actual y de los años pasados, así como también data pública de ingresos a hospitales, esto hace sencilla la previsión de una epidemia de gripa antes de que suceda. Así se pueden aplicar el IoT y la AI.
El Internet de las Cosas y la Inteligencia Artificial transforman cómo personas, dispositivos y datos interactúan en cada esfera de la vida. No es sólo sobre tendencias tecnológicas, sino sobre transformación digital y la evolución de los negocios para modificar el mundo, desde ámbitos pequeños hasta grandes retos globales pasando por todas las industrias.
-Ángel Santiago, Director Senior de Nube y Empresa, de Microsoft Latinoamérica