En la era de los edificios inteligentes, el edificio es la empresa. Para crear una estrategia en el edificio inteligente hay que unificar el control, monitorear y administrar las capacidades del lugar usando muchas aplicaciones relacionadas con la energía – desde las luces, hasta termostatos y sensores CO2 –, para ahorrar energía y obtener otros beneficios operativos en la compañía. Los edificios inteligentes exigen una infraestructura robusta que sea confiable, económica y adecuada a su rol de misión crítica.
Un edificio inteligente es cualquier estructura que utiliza procesos automatizados para controlar las operaciones del edificio, como la calefacción, la ventilación, el aire acondicionado, la luz, la seguridad y otros sistemas. Un edificio inteligente usa sensores y microchips para recolectar datos y administrarlos de acuerdo con las funciones y servicios del negocio. Esta infraestructura ayuda a los propietarios, operadores y gerentes del edificio a mejorar la confiabilidad y el rendimiento de los bienes, lo cual reduce el uso de energía, optimiza los inconvenientes de espacio y reduce el impacto ambiental.
Proporcionar la infraestructura interior necesaria para implementar sistemas completos de red puede ser un argumento atractivo para arrendatarios y compradores. Muchos edificios modernos incorporan redes Wi-Fi para su personal, arrendatarios y visitantes. Al permitir que los dispositivos se conecten inalámbricamente a un sistema de control centralizado las empresas pueden aprovechar fácilmente las capacidades emergentes del Internet de las Cosas (IoT).
Tener capacidad inalámbrica ayuda a las organizaciones a dirigir sus iniciativas IoT permitiéndoles administrar todas las comunicaciones machine-to-machine (M2M) en la red empresarial. Como resultado, la capacidad inalámbrica juega un papel cada vez más relevante.
Tanto la distancia del usuario a la antena Wi-Fi con frecuencias no licenciadas y los obstáculos interiores, como la estructura de los edificios (por ejemplo: cemento, ladrillos, etc.), pueden interferir con las señales de radio, todo afecta el ancho de banda de las comunicaciones recibidas desde la antena Wi-Fi. Las áreas de cobertura en interiores para antenas Wi-Fi direccionales son de 30 a 100 metros.
El medio inalámbrico juega un papel clave en el desarrollo y la tecnología de edificios inteligentes. Hacer un edificio inteligente comienza por enlazar sistemas centrales tales como luces, medidores de energía, bombas de agua, calefacción, alarmas contra incendios y plantas de refrigeración con sensores y sistemas de control. En una etapa más avanzada hasta los ascensores y sistemas de acceso pueden ser parte del sistema.
En este ambiente es más apropiado instalar una red Wi-Fi centralizada usando puntos de acceso de nivel empresarial que no se instalan en cada unidad. Desplegar los puntos de acceso en corredores es conveniente y algunas veces inevitable desde el punto de vista cableado. Sin embargo, el corredor actuará como un lente enfocado para las señales de RF que puede resultar en autointerferencia con puntos de acceso que pueden estar lejos de cada uno. Consecuentemente es mejor colocar puntos de acceso en algunas unidades en un patrón escalonado horizontal y verticalmente.
Los requisitos de red de edificios inteligentes para responder a la cobertura, capacidad y control de costo son:
1.- Red alámbrica
Las aplicaciones para edificios inteligentes corren transparentemente en la infraestructura Ethernet existente aparte del tráfico de red adicional. Es importante evitar redes propietarias, tecnologías inalámbricas que no sean Wi-Fi y arquitecturas de sistema inusuales.
Los obstáculos potenciales pueden ser instalaciones y despliegues complejos, funcionalidad y soporte limitados, obsolescencia rápida y mayores gastos de capital y operativos. Aprovechar la red actual es clave. La red definida por software también jugará un rol cada vez más importante en redes organizacionales.
2.- Red inalámbrica
Los puntos de acceso estándar ya instalados para ofrecer servicios IP a los usuarios finales pueden manejar las operaciones de edificios inteligentes sin modificaciones. Sin embargo, es posible que se necesiten más puntos de acceso para asegurar la cobertura en todo el sitio.
Los puntos de acceso basados en Wave 2 tienen más capacidad así que el trabajo se limitará a analizar los flujos de tráfico en el tiempo y ajustar la configuración del sistema usando análisis.
3.- Gestión y operaciones de red
Implementar servicios de edificio inteligente presenta una oportunidad excelente para reconsiderar las soluciones de operaciones de red. Esto no es porque los edificios inteligentes necesariamente representan un aumento masivo de la carga de trabajo para el personal de operaciones, sino porque siempre es una buena idea para revisar la red cuando se agregan aplicaciones nuevas de misión crítica.
Los sistemas de administración pueden incluir: implementaciones basadas en la nube para mayor conveniencia y productividad; control de acceso centralizado y uniforme; estrategias basadas en políticas que minimizan los esfuerzos de configuración; APIs para extender servicios; personalización; monitoreo y refuerzo de políticas regulatorias.
Un Wi-Fi robusto y confiable es la base de la infraestructura para todas las tecnologías de conectividad actuando como el cimiento de la transformación digital. A medida que la IoT avanza y trae consigo mayor implementación de tecnologías inteligentes, la interconexión entre personas, sitios y cosas sigue creciendo y se vuelve común.
– Marcelo Molinari, director de ingeniería de sistemas para LATAM de Ruckus