Los dispositivos cotidianos pronto pagarán los bienes y servicios por sí mismos. Ed McLaughlin, presidente de Operaciones y Tecnología de Mastercard, está alimentando la plataforma de procesamiento de pagos para que esto suceda.
McLaughlin prevé un futuro de comercio sin fricción en el que los automóviles pagarán la gasolina y el estacionamiento, los sistemas de videojuegos ordenarán más juegos y las impresoras pedirán el papel y la tinta. “Cada uno de estos dispositivos conectados es un dispositivo de comercio. Aquí se tejen todo tipo de nuevas experiencias para que sea más fácil y más conveniente para los consumidores”, explicó el directivo.
McLaughlin –quien fue promovido de CIO a presidente de Operaciones y Tecnología– y su equipo se preparan para cuando llegue el momento en el que el procesamiento de pagos por medio de una red comercial de Internet se convierta en la regla en vez de la excepción. Asegura que Mastercard analiza tendencias duras y suaves para anticipar con qué nuevos dispositivos o modos debe trabajar la plataforma de pagos de la compañía.
Trazar el futuro de los servicios de pago
“Escribiríamos literalmente todos los dispositivos en la pizarra, simplemente con una tarjeta de chip EMV”, afirmó McLaughlin. La tesis es simple, si no es ignorada por CIO y ejecutivos: el cambio es lineal, exponencial y predecible, el 93% de las empresas así lo consideran.
Esto no significa que Mastercard ya no esté presionando sobre los pagos digitales. Se han probado maneras de permitir que los consumidores paguen de muchas formas. Y actualmente está permitiendo cualquier cosa, desde pagos sin contacto (contactless) a través de teléfonos inteligentes en tiendas minoristas y pagos digitales a través de huellas digitales y fotos selfie. Más recientemente, Mastercard llegó a un acuerdo para procesar pagos sin contacto mediante los smartwatches de Fitbit.
Como CIO, McLaughlin ayudó a sentar las bases para estas iniciativas y el comercio contextual con una arquitectura orientada a servicios impulsada por interfaces de programación de aplicaciones (API). Esto ha dado a Mastercard la capacidad de crear fácilmente nuevos servicios y conectarse a nuevos dispositivos conforme estén disponibles.
La empresa brinda también un modelo de trabajo más abierto, en el cual los equipos están ubicados por proyectos en lugar de funciones (Ventas, Marketing, TI, Recursos Humanos, etc.). Tales espacios de trabajo y procesos empresariales de colaboración fomentan el desarrollo de software ágil, un ingrediente necesario para que la empresa realice transformaciones digitales. Como juego de productividad, McLaughlin está explorando cómo usar la inteligencia artificial (AI) y el aprendizaje automático (ML) para automatizar los procesos de negocio manuales. Los procesadores de pago ofrecen poco valor si no pueden garantizar una transacción de confianza a la velocidad de la luz.
Mastercard también está desplegando AI y ML para detectar anomalías y frustrar a los estafadores que intentan, por ejemplo, hackear y drenar cajeros automáticos. MDES permite que cualquier dispositivo conectado efectúe y reciba pagos protegidos por fichas o números de tarjeta que usan los dispositivos móviles en lugar del número de tarjeta impreso en el plástico. MDES valida la transacción, asigna el token de nuevo al número de cuenta principal y lo remite al emisor para la autorización.
Si una tarjeta de plástico no funciona en un terminal de pago, nunca se sabe. Sin embargo, si el pago es sin contacto a través de un teléfono inteligente, usable o algún otro dispositivo conectado, Mastercard sabrá si un pago se estancó, lo que le permitirá analizar y determinar por qué.
“En la medida que el móvil se convierte en un sensor, puede conocer la intención de compra cuando realmente sucede, por lo que en tiempo real tengo un sensor en el borde de mi red que nunca podría entrar en el plástico para una terminal”, señaló McLaughlin.
Clint Boulton, CIO EEUU