Según fuentes citadas por The Washington Post, Google encontró pruebas de que agentes rusos gastaron decenas de miles de dólares en anuncios, en un intento por influir en las elecciones estadounidenses de 2016.
El objetivo era sembrar la desinformación entre servicios como YouTube o Gmail. Sin embargo, Google asegura que los anuncios no parecen proceder de la misma fuente vinculada al Kremlin que compró anuncios en Facebook.
Asimismo, la compañía informó que está investigando los intentos por “abusar” de sus sistemas. No obstante, las agencias de inteligencia estadounidenses ya anunciaron durante este año que el gobierno ruso trató de favorecer a Donald Trump durante la campaña. Fuentes cercanas a la compañía aseguran que Google buscaba un grupo de anuncios que cuestan menos de 100,000 dólares.
“Tenemos una política muy estricta de anuncios, en la que incluimos límites a la orientación política y a temáticas de raza y religión”, aseguró la firma. “Estamos profundizando en la investigación por los intentos de abusar de nuestros sistemas y empresas”.
Por su parte, Microsoft informó que también está investigando si los anuncios electorales de su motor de búsqueda Bing fueron comprometidos.