Recientemente la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU, por sus siglas en inglés), órgano de telecomunicaciones de la Organización de las Naciones Unidas, dio a conocer su métrica anual sobre el desarrollo y adopción de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) a nivel mundial, ejercicio que ha realizado en los últimos nueve años.
En esta edición la ITU destaca que la mayoría de las 176 economías analizadas, registran mejoras considerables en términos del Índice de Desarrollo de TIC (IDT) 2017, debido principalmente al creciente acceso a la banda ancha móvil que propicia la masificación de la conectividad ubicua y expedita.
Este indicador incorpora y pondera 11 variables, estandarizadas entre países y comparables a través del tiempo, relativas al desarrollo de la infraestructura, evolución del uso y habilidades para la conectividad entre la población.
Con respecto al caso específico de México, se registra una mejora de cinco posiciones respecto al nivel del año pasado. Al pasar del lugar 92 al 87 en términos del nivel de IDT, se ubica en la parte de la mitad superior de la muestra de países. No obstante, aún por debajo del promedio regional de las Américas y apenas superior al promedio mundial.
En torno al acceso y desarrollo de la infraestructura de conectividad, los indicadores de penetración del servicio de Internet y de computadoras en los hogares se aproximan a niveles de la mayoría simple, al alcanzar 47.0% y 45.6% del total.
Entretanto, en el subíndice referente al uso de las TIC, destaca que la suma de internautas mexicanos ya supera la mitad de la población, con una razón de 59.5% del total, mientras que el número de accesos a banda ancha fija asciende a un coeficiente de 12.7% y a banda ancha móvil 59.3%. Esta última disparidad refleja el abaratamiento, masificación y mejora en la provisión y cobertura relativa que registra la navegación en internet móvil, frente a aquella provista directamente en el hogar.
Con respecto al componente que mide el impacto potencial de las TIC entre la población, capturado a través de las habilidades adquiridas por el nivel de escolaridad alcanzado por la población, el organismo identifica que, en México, 90.5% de la población cuenta con educación secundaria, 29.9% alcanza el nivel terciario y la media de años de escolaridad es de 8.6.
Este balance de conectividad en métricas internacionales funge como referente para dimensionar los avances alcanzados en materia de conectividad en nuestro país, así como para contrastar los niveles de accesibilidad, uso y aprovechamiento potencial entre países (desarrollados y en desarrollo).
De esta manera, el IDT-2017 se suma a la batería de herramientas y diagnósticos de la evolución y desarrollo de las TIC a través del tiempo, que contribuye a evaluar la eficacia de los esfuerzos enfocados en la accesibilidad universal de estas tecnologías entre la población.
Precisamente, la perspectiva de ITU es que ha aumentado significativamente la disponibilidad y mejorado la asequibilidad de las ofertas de servicios de conectividad.
Sin embargo, prevalece una marcada desigualdad socioeconómica y educativa que merman el aprovechamiento efectivo de las TIC.
Es en este rubro en el que se deben enfocar los esfuerzos articulados de una Estrategia Digital Nacional, cuya efectividad redundaría en una eliminación de las disparidades y barreras persistentes en torno al acceso, uso y aprovechamiento de las TIC. Consecuentemente, en la reducción de brechas asociadas, por ejemplo, de acceso a información, productividad, nivel de ingreso y desarrollo entre segmentos de la población.
-Ernesto Piedras, The CIU