El Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés) se refiere a aquella red de objetos interconectados que, haciendo uso de Internet, recopilan, procesan e intercambian información con el objetivo de facilitar procesos o la administración de cualquier tipo de tareas.
Cuando se habla sobre IoT es común pensar en hogares con electrodomésticos en comunicación constante con un smartphone, ciudades inteligentes, vehículos autónomos, entre otros ejemplos. Sin embargo, las aplicaciones pueden ser variadas y cada vez más innovadoras, como aquellas involucradas en el monitoreo en tiempo real del consumo de electricidad de los hogares y de la calidad del agua.
Medir el nivel de desarrollo de IoT es una tarea importante considerando la importancia que este tipo de tecnologías tienen en la mejora de la productividad y competitividad. Sin embargo, es una tarea complicada debido a la amplitud con la que es tratado el concepto.
Como se mencionó, el IoT resulta ser la comunicación entre dos o más objetos dentro de una red. Por lo tanto, el número de dispositivos con una conexión machine-to-machine (M2M), es decir, el número de dispositivos capaces de conectarse entre sí sin la intervención humana puede servir como un acercamiento al grado de desarrollo de IoT en cada país.
En términos de comunicaciones M2M por cada 100 habitantes, México muestra una importante brecha respecto a los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo económicos (OCDE) e incluso en relación con los países que componen el G-20.¹
Conexiones M2M por cada 100 habitantes
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La penetración de estos dispositivos en México se encuentra en niveles similares a los de Turquía (5.3) y Argentina (3.8), pero muy separado de países como Estados Unidos (22.4) y Francia (19.0).
Conexiones M2M por cada 100 habitantes (muestra de países)
El Internet de las Cosas enfrenta algunos retos importantes en México. Por un lado se debe garantizar la capacidad suficiente de la infraestructura de telecomunicaciones para transmitir datos. Por otro lado, es importante buscar esquemas para proteger las grandes cantidades de información generadas desde los dispositivos interconectados.
Si bien es posible registrar algunos avances de México hacia la adopción del IoT, aún es posible verificar brechas importantes en relación con la experiencia internacional. Por ello, conviene impulsar esquemas públicos y privados de inversión que permitan el desarrollo de aplicaciones innovadoras del IoT, así como para la evolución de las redes de telecomunicaciones. Todo ello sin olvidar la necesidad de discutir un marco legal que permita la efectiva protección de la enorme cantidad de datos generados a partir del uso de esta solución.
–The Social Intelligence Unit
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¹ El G20 está integrado por 19 países y la Unión Europea. Los 19 países son Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Reino Unido, Sudáfrica y Turquía. En conjunto, sus miembros representan el 85% del producto bruto global, dos tercios de la población mundial y el 75% del comercio internacional.
² “Indicadores de Ciencia, Tecnología e Industria de la OCDE 2017: La Transformación Digital”. Disponible en: http://www.oecd-ilibrary.org/science-and-technology/oecd-science-technology-and-industry-scoreboard-2017/summary/spanish_26e4b7c1-es?isSummaryOf=/content/book/9789264268821-en
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