A pesar de que la nube pública aparentemente capta la mayor parte de la atención en el mercado de la nube, los mercados de computación en la nube privada e híbrida también han estado creciendo.
Hay datos para respaldar la predicción: la firma de investigación IDC estima que los centros de datos tradicionales este año representaron el 62% del gasto en infraestructura de TI, con un 23% del mercado destinado a la nube pública y un 15% a la nube privada. Para 2020, los centros de datos caerán para representar el 50% del mercado con una nube pública en poco menos de un tercio del mercado y una nube privada que capturará un 20%. Traducción: Los centros de datos cada vez son menos importantes y las nubes públicas y privadas están adquiriendo cada vez más importancia.
Entonces, a medida que las nubes privadas e híbridas continúan creciendo, ¿qué se debería esperar de estos mercados en 2018 y más allá?
Las estrategias de nubes híbridas se vuelven claras
Cada uno de los principales proveedores de nube pública de IaaS pasó el año 2017 aclarando su estrategia de nube híbrida, estableciendo el 2018 como el año de la adopción.
Tal vez el mayor esfuerzo en este ámbito sea de Microsoft, que finalmente, después de más de dos años de comercializarlo, lanzó Azure Stack, una plataforma de nube privada IaaS que pretende reflejar la nube pública de Azure. Las primeras implementaciones de Azure Stack ya están llegando al mercado.
Mientras tanto, Amazon Web Services se ha asociado con el gigante de la virtualización de Silicon Valley para ofrecer VMware en la oferta de nube híbrida de AWS. Google Cloud Platform se asoció con VMware y Nutanix. Oracle e IBM tienen sus propias ofertas en la nube híbrida interna.
Con estas ofertas ahora en el mercado, 2018 será un año para evaluar la cantidad de tracción que obtienen y cuáles son sus mejores casos de uso.
Batalla por la nube privada
A medida que las organizaciones han trasladado cargas de trabajo a la nube pública, ahora están adquiriendo un conocimiento valioso sobre para qué se usa mejor la nube pública y qué no. Plataformas como VMware, Microsoft Azure Stack, OpenStack y muchas otras de vendedores como Red Hat y Hewlett Packard Enterprise, seguirán ganando impulso en 2018 a medida que las organizaciones encuentren la combinación adecuada de uso de nubes públicas y privadas. El valor económico de la nube privada se hará cada vez más evidente, lo que conducirá a una migración a gran escala hacia estos entornos híbridos.
Contenedores y PaaS como plataformas híbridas en la nube
La mega tendencia que impulsa todo el mercado de la computación en la nube permite a los desarrolladores de aplicaciones innovar y crear un nuevo valor comercial lo más rápido posible. No es necesario comprometerse con ninguna plataforma de infraestructura en particular, sino utilizar nubes públicas y privadas. ¿Cómo gestionar ese entorno híbrido? Una clave es usar contenedores para garantizar que las aplicaciones se puedan ejecutar en cualquier entorno de infraestructura. A medida que las organizaciones continúen con sus aplicaciones en contenedor y optimicen su canalización de desarrollo de aplicaciones, la organización y gestión de contenedores se integrará en nubes privadas e híbridas.
Optimizar conexiones a la nube
Muy pocas organizaciones utilizan únicamente una nube privada o pública y en realidad tienen cargas de trabajo en cada una. Cualquier uso sustancial de una nube híbrida puede beneficiarse de tener una conexión de red optimizada a la nube. Un mercado de proveedores de interconexión se ha expandido rápidamente en los últimos años para respaldar esto. Empresas como Equinix, Digital Realty y QTS ofrecen servicios administrados y de ubicación conjunta que tienen conexiones directas a la nube pública, como AWS, Microsoft, Google u otras. A medida que la computación en nube híbrida se convierta en la norma en 2018 y más allá, establecer, administrar y optimizar estas conexiones será una prioridad.
Los servicios de nube pública entran en premisa
En 2015 Amazon Web Services anunció Lambda, una plataforma sin servidor y la primera de su tipo que utiliza construcciones de computación basadas en eventos (también denominadas a veces funciones como un servicio o FaaS). 2018 podría ser el año en el que la informática sin servidores sale de la nube pública y llega a los centros de datos locales. Empresas como Microsoft, Red Hat y otras están intentando crear una funcionalidad sin servidores en entornos cloud locales e híbridos. Red Hat, por ejemplo, ha adoptado OpenWhisk, un FaaS de código abierto originalmente desarrollado por IBM. Microsoft tiene su propia plataforma de funciones para llevar esta tecnología nacida en la nube localmente. Otra tecnología que se vigila de cerca para potencialmente entrar en nubes privadas e híbridas es el aprendizaje automático. Los proveedores de nubes públicas parecen estar en una especie de carrera armamentista construyendo ML y plataformas de inteligencia artificial que los clientes pueden integrar en su cartera de desarrollo de aplicaciones. Esperamos que 2018 sea un año en el que los proveedores de nube privada e híbrida hablen acerca de cómo llevar el aprendizaje automático y las capacidades de IA en estos entornos.
-Brandon Butler, Networld World