El proceso de globalización se viene consolidando cada vez más y transformando al mundo en un gran tablero económico, en el que se valoran las posiciones y bloques que poseen las mejores ventajas competitivas de la actualidad: tecnología, capital humano e intelectual (patentes, educación), estabilidad sociales, recursos naturales e infraestructura logística.
Las industrias de transformación de un país son las principales piezas de este juego mundial. Es donde encontramos los principales esfuerzos en innovación y desarrollo, concentración y ampliación del conocimiento en ciencia y tecnología, modelos y procesos de negocio, metodología y disciplina.
Incluso después del “boom” industrial vivido en el país en la década de 1970 y de la apertura económica de la década de 1990, todavía existen desafíos reconocidos a ser transpuestos, como la modernización del parque industrial y la diversificación del mix de productos de mayor valor agregado con electrónicos y elementos de alta tecnología. Los sectores primarios y terciarios de la economía poseen hoy mayor participación en el Producto Interno Bruto (PIB) que las industrias intermediarias o de transformación, que buscan la superación constante de la productividad y la innovación.
Enfocar en la resolución de estos puntos y priorizar la industria como punto central de nuestro desarrollo económico puede ser un camino para aumentar la participación de la industria en el PIB. Esta es una meta noble porque tener una industria actualizada y fuerte puede elevar la eficiencia de otros sectores, como el agronegocio, servicios, logística y exportaciones.
Un medio para alcanzar estos objetivos de mayor productividad, eficiencia e innovación pasa por la aplicación práctica, sistemática y convergente de las tecnologías disponibles y cada vez más accesibles hoy en día, sean digitales o no. Y ese camino es la Industria 4.0, un modelo de prácticas e iniciativas que consumen la tecnología actual mezclándola a los modelos de producción vigentes hasta entonces.
Construyendo sus soluciones para manufactura basada en su propuesta de valor para el segmento que es una “Manufactura ligera, sustentable y automatizada”, se cuentan con soluciones que se pueden implementar en una secuencia lógica y orientadora para conducir al cliente hacia la industria 4.0 con pasos firmes y seguros. De forma gradual y con ganancias a lo largo del camino que sustenten su evolución.
Para tener una idea más clara, el cliente que decide seguir esta pista puede, en un primer momento, conocer y medir el status y performance (OEE) en su piso de fábrica con las soluciones tecnológicas especializadas, luego visualizar el desempeño de sus ventas, clientes, costos y demostrativos contables condensados en tableros y resúmenes formateados automáticamente por la solución analítica, y aún crear comunidades digitales dentro de la empresa, por área de interés, proceso o propósito, compartiendo y creando soluciones de forma colaborativa en una interfaz unificada de acceso a todos los sistemas corporativos en un solo “login”, administrando flujos de trabajo y una gestión electrónica de los documentos (gestión del conocimiento) en la una plataforma digital.
-Jorge Fernando Bayá, Director Regional General para Mercado Internacional de TOTVS