Son pocas las organizaciones que están calculando el retorno de la inversión (ROI) en sus configuraciones de cómputo en la nube, según una encuesta global de ISACA a directores de Tecnologías de la Información.
La encuesta a los CIO realizada por ISACA (Asociación de Control y Auditoría de Sistemas de Información) encontró que el 32% de las empresas que implementan iniciativas en la nube no calculan un ROI.
La mayoría de quienes no lo calculan basan su inversión únicamente en los objetivos comerciales, como la agilidad comercial mejorada y la transferencia de fondos de los gastos de capital a los gastos operativos. Más de una cuarta parte de estos negocios afirmó que la falta de un modelo de cálculo confiable fue un factor en su decisión.
Sin embargo, más de una quinta parte de los que no calcularon un ROI para la nube crearon un caso de negocios que incluía resultados financieros, como los ahorros de costos anticipados al hacer la transición.
“Este tipo de caso comercial difiere del ROI, porque las medidas financieras del caso de negocios pueden no incluir la propuesta de valor específica del uso de la nube en sí misma y, en vez de ello, se enfoca en métricas financieras más centradas en el negocio”, indica el informe de ISACA.
Una proporción similar justificaba su inversión en la nube con un caso de negocios sin métricas explícitas, mientras que el seis por ciento no justificaba su inversión antes de la implementación.
¿Y por qué no lo hacen?
“A pesar del valor de calcular el retorno de la inversión en la nube, esta encuesta sugiere que más empresas que en años anteriores están avanzando con la computación en la nube sin realizar este análisis”, señala ISACA.
“Las posibles razones para no realizar cálculos de ROI incluyen que los profesionales del área de TI se familiarizan cada vez más con la computación en la nube; los cálculos detallados de ROI se consideran innecesarios para validar la inversión; y los resultados no financieros se consideran cada vez más como suficientes para justificar la inversión, independientemente de los posibles impactos financieros”.
De hecho, la mayoría (un 68%) de aquellos que implementan iniciativas en la nube calculan un ROI en sus inversiones.
El método más común para hacerlo fue un modelo híbrido que tuvo en cuenta factores cuantitativos y cualitativos. Estos típicamente incluyen el impacto de los gastos operativos, los gastos de capital, los cambios en los requisitos de personal, el impacto comercial (como la agilidad, la penetración en el mercado, el tiempo de salida al mercado), los gastos de transición y los ahorros de tiempo para los empleados. La mayoría usa un marco de tiempo de uno a cinco años.
La mayoría de las empresas (35%) de las que sí calculan el retorno de la inversión) también administraron modelos antes y después de la implementación, aunque una gran proporción (29%) sólo acumuló las cifras antes de cualquier implementación.
Según la encuesta, de 102 miembros de nivel CIO de ISACA en todo el mundo, el 32% dijo que el ROI real en la nube era más alto de lo esperado, el 30% dijo que era más bajo en realidad y el 39% dijo que su estimación era correcta.
Los gastos de transición superiores a los previstos y el ahorro de tiempo para los empleados fueron notificados por el 32% de los participantes. Una cuarta parte aseveró que los gastos operacionales fueron menores de lo anticipado y una quinta parte dijo que los gastos de capital fueron menores de lo esperado.
George Nott, NetworldWorld