El Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés) logró calcular, de manera meticulosa, el impacto del cibercrimen a nivel global. El hallazgo es imponente: según las investigaciones llevadas a cabo, el cibercrimen cuesta casi 600,000 millones de dólares a la economía mundial, aproximadamente el 0.8% del PBI global. El último informe, de 2014, revelaba pérdidas de 445,000 millones de dólares.
Establecido en Washington, D.C., hace más de 50 años, el CSIS es una organización sin fines de lucro dedicada a proporcionar ideas estratégicas y soluciones políticas para ayudar a los tomadores de decisiones a trazar un camino hacia un mundo mejor.
Para poner una cifra al impacto del cibercrimen a escala global los investigadores del CSIS han tenido en cuenta los costos derivados de la pérdida de IP y de la información confidencial de la empresa, los fraudes en línea, delitos financieros y robo de información personal; la manipulación financiera a empresas cotizadas, el costo de asegurar redes, recuperarse de ciberataques y comprar seguros; la interrupción de la producción y servicios y, por último, los riesgos a nivel de reputación.
Rusia y Corea del Norte, a la cabeza del cibercrimen
Los bancos siguen siendo el blanco preferido de los cibercriminales y los estados-nación, las fuentes más peligrosas y activas.
“Nuestra investigación ha confirmado el liderazgo de Rusia en el cibercrimen”, declaró Steve Grobman, CTO de McAfee. “Corea del Norte ocupa el segundo lugar debido al robo de criptomonedas” y le siguen países como Brasil, India o Vietnam.
La escalada del cibercrimen y de su impacto económico en los últimos años se debe en gran parte a la profesionalización de los ciberdelincuentes, concluye el documento. La criminalidad en línea es ahora “más eficiente, menos arriesgada, más rentable y más fácil de llevar a cabo que nunca”, opinó Grobman.
Para hacer frente a esta realidad los expertos recomiendan sobre todo más medidas políticas, muchas de ellas recogidas en el Convenio de Budapest, sobre ciberseguridad.
En concreto, piden más cooperación entre agencias policiales internacionales, la mejora de la recopilación de datos por parte de autoridades, coordinación y estandarización de requisitos de ciberseguridad y presión sobre los centros de cibercrimen.