Puede parecer algo sencillo para las personas cuando salen a la calle y ven grandes edificios, autos o motocicletas circulando, helicópteros volando y, en casa, sus refrigeradores y sus estufas. Pero todo eso que se da por hecho, productos de diversas tecnologías que usamos y en los cuales confiamos regularmente, hoy son posibles gracias a la aplicación de técnicas de simulación computacional.
Para empezar a entender qué lugar tiene la simulación en la vida de un producto, cabe recalcar que las empresas invierten cantidades enormes de dinero y tiempo antes de lanzar a la venta un producto que satisfaga las necesidades funcionales, y por supuesto, estéticas del mercado, mientras la competencia es cada vez más grande y los tiempos de desarrollo son cada vez más cortos.
Por ejemplo, un fabricante de teléfonos inteligentes estará interesado en saber qué pasaría si su producto de última generación se cae de una altura de dos metros para poder predecir daños y garantizar la calidad de su diseño, incluso bajo condiciones severas. Dicho ejercicio es impráctico usando únicamente prototipos reales, ya que esto implicaría costos excesivos en caso de requerir un rediseño, ya tarde en el desarrollo, y un difícil rastreo de la fuente real del problema. En la industria médica o aeroespacial, en donde el espacio para errores o repeticiones es reducido, puede ser incluso un factor de riesgo.
Actualmente, la tecnología ha permitido que se desarrollen diferentes módulos de software de simulación, donde el resultado se logra conocer a través de varias técnicas numéricas utilizando computadoras, como el Método de Elemento Finito, para resolver problemas físicos, tales como deformaciones en los cuerpos, su dinámica, temperaturas o flujos alrededor de ellos.
Víctor Cook, Technical Field Operations Manager para México y América Latina en Altair, explicó: “Nosotros en Altair poseemos y desarrollamos diferentes tecnologías de análisis, creación de modelos y visualización de resultados para resolver problemas físicos que, planteados a tiempo, ayudan a ingenieros y diseñadores a conocer mejor el rendimiento de su producto en todas las fases de desarrollo, desde la generación temprana del concepto hasta la validación virtual, antes de la prueba física, y hasta la correlación con ésta”.
Por otro lado, puede haber situaciones en las que un diseñador o un ingeniero ya tenga un concepto de diseño definido para su producto, aunque sabiendo que su iteración más reciente es mejorable. Por ejemplo, se podría disminuir el peso de un vehículo y hacerlo más ligero y minimizar sus emisiones, o podría hacerse un producto más ergonómico. Para lograr estas mejoras, la simulación y la optimización son herramientas fundamentales.
Gracias a la tecnología de simulación, las empresas de todos tamaños, los ingenieros y diseñadores pueden ver y conocer el funcionamiento de sus productos desde su escritorio y optimizar y comprobar sus creaciones antes de que estén hechas físicamente, con el fin de conocer sus fallas y fortalezas sin abusar de tiempo y recursos. Por ello la tecnología, como se ve en la simulación, es otro aliado más en el diseño, la creación y optimización de buenos productos.