Dos hitos determinaron que el 17 de mayo se convirtiera en el Día del Internet. Por un lado, la resolución aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas el 27 de marzo de 2006 proclamó esta fecha como Día Mundial de la Sociedad de la Información. Por el otro, la Resolución 68 de la Conferencia Plenipotenciaria de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) en 2006 conminó, en este mismo día, a celebrar el Día de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información.
Es un buen momento para reflexionar sobre la necesidad de democratizar el Internet no sólo porque es una herramienta innovadora, sino por sus impactos en el ejercicio de derechos humanos y en la propagación de contenidos.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2017, 17.4 millones de los hogares mexicanos (50.9% del total) cuenta con conexión a Internet, lo cual representó un crecimiento anual de 11.1% en relación con 2016.
Número de hogares con conexión a Internet
Fuente: The Social Intelligenca Unit, con información de ENDUTIH.
Aunque el acceso a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y a Internet constituyen un derecho consagrado en la constitución, casi la mitad de los hogares mexicanos aún se encuentra offline.
Al desagregar por entidad federativa, es posible identificar que los tres estados con mayor proporción de hogares son Sonora (83 de cada 100 hogares); Baja California Sur (78 de cada 100), y la Ciudad de México (75 de cada 100). En franco contraste, se encuentran los hogares en Chiapas (17 de cada 100); Tlaxcala (28 de cada 100), y Guerrero (32 de cada 100) que registran el mayor rezago. |
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Proporción de hogares con conexión a Internet por entidad federativa
Fuente: The Social Intelligence Unit, con información de ENDUTIH
Los estados con menor proporción de hogares con Internet muestran complicaciones geográficas y administrativas para el despliegue de infraestructura, así como un elevado número de personas por debajo de la línea de pobreza, convirtiéndolos en mercados poco atractivos para que los operadores tradicionales comercialicen el servicio. Al mismo tiempo, cuentan con una enorme necesidad de desarrollo económico y social al que la conectividad puede contribuir.
Por lo anterior, este 17 de mayo, es fundamental recordar la importancia no sólo de una política pública de conectividad universal, sino de una que atienda, de manera prioritaria, aquellas regiones desconectadas con el objetivo de que el Internet se vuelva una herramienta igualadora en tanto que la plataforma es útil para impulsar el desarrollo social dados sus impactos positivos en el fomento a la libre expresión, el derecho a la información, la educación y la salud, por mencionar sólo algunos.
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Por Samuel Bautista y Laura Castillo, analistas de The Social Intelligence Unit, www.the-siu.net |
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