Las nuevas reglas impuestas por algunos de los servicios ofrecidos por grandes compañías están notificadas por el parlamento europeo para acatar la totalidad de las condiciones impuestas en el tratamiento de los datos.
Se cumple una semana desde que entrase en vigor el pasado 25 de mayo, la nueva normativa Europea de protección de datos, conocida como GDPR, y algunas de las grandes empresas tecnológicas ya están siendo analizadas con lupa. Es el caso de Facebook o Google, de las que se ha podido observar que ambas obligan al usuario a un consentimiento forzado en el uso de algunos de sus servicios, de tal manera que, si no se aceptan las condiciones, no podrán seguir utilizándo dichos servicios. La normativa deja estipulado claramente que el ciudadano tiene el derecho a decidir si desea que sus datos sean recopilados y explotados o no.
En el caso de Facebook, la red social ha incluso bloqueado cuentas de usuarios que no han dado su consentimiento, de tal manera que solo es posible eliminar la cuenta o aceptar las condiciones. Así lo recoge el organismo NOYB (None of Your Business), el cual ha impuesto denuncias contra Android, Facebook, Instagram y WhatsApp en los organismos reguladores de países como Francia, Austria, Bélgica y Hamburgo.