Para 2040, se espera que aumente en un 95% el uso del vehículo compartido, tanto en alquiler como bajo demanda, como Uber, en comparación con el uso del vehículo en propiedad, el avión o el tren.
La tecnología está revolucionando todos los sectores. Uno de los que más drásticamente está cambiando es el de la automoción. La firma de consultoría de gestión internacional Oliver Wyman ha presentado, junto a la Asociación Alemana de la Industria Automotriz (VDA), su la tercera edición de su informe: “La futura estructura de la industria del automóvil – FAST 2030”, donde desvela las siete tendencias que cambiarán drásticamente la industria del automóvil de aquí a 2030.
En la publicación se desprende que la creación de valor añadido, el valor agregado por todos los participantes en la cadena de producción del automóvil, desde los proveedores y fabricantes convencionales a los nuevos gigantes tecnológicos, en la industria automotriz aumentará un 30% a nivel mundial de cara a 2030, como también se explica que la producción mundial de automóviles también crecerá en un 30% hasta alcanzar 123 millones de unidades.
Según el informe, los fabricantes y proveedores globales se tendrán que enfrentar a siete desafíos en los próximos años: los vehículos conectados, los vehículos autónomos, la movilidad eléctrica, la industria digital, los nuevos canales de distribución de pago por uso, un cambio en la estructura de clientes y la mejora de la interfaz hombre-máquina.
Nuevos desafíos
Todo parece indicar que estamos ante un nuevo paradigma en la industria del automóvil, un cambio en la estructura de clientes. Para 2040, se espera que aumente en un 95% el uso del vehículo compartido, tanto en alquiler como bajo demanda, como Uber, en comparación con el uso del vehículo en propiedad, el avión o el tren. En EEUU este porcentaje llegará a representar un 114%, por debajo de 358% que se prevé que aumente el uso del vehículo compartido en China.
Por otro lado, el impacto de esta tendencia en las ventas de vehículos en propiedad en 2025 se prevé en una disminución de tan sólo el 1% en el total de las ventas.
Otro de los puntos a destacar es la consolidación del automóvil eléctrico. Los vehículos de combustión interna tradicionales, híbridos y vehículos eléctricos de batería compartirán asfalto en un contexto global hasta 2030. Según el informe habrá un notable incremento de la movilidad eléctrica entre 2020 y 2025 debido al endurecimiento de la regulación de emisiones, lo que dará lugar a que más del 60% de las ventas de vehículos sean eléctricos.
“La implantación de la movilidad eléctrica vendrá dada tanto de la mano de la regulación como de la reducción del costo de las baterías y de la implantación de una infraestructura de puntos de recarga lo suficientemente extensa como para poder atender a la demanda” explicaba Alejandro Gaffner, socio de Oliver Wyman en España.
Si bien es cierto que la conducción autónoma aún está en una etapa primeriza, se espera que alcance niveles de automatización completos antes del 2030. Según el informe, un 25% de todas las ventas de vehículos nuevos en 2030 serán vehículos equipados con sistemas de automatización parcial; solo el 15% de las ventas será de vehículos completamente autónomos.
Para Joern Buss, socio de Oliver Wyman y autor del informe, la industria del automóvil se enfrenta a una tormenta perfecta entre la nueva tecnología transformadora y un cambio en el comportamiento del cliente. “Existirán momentos complicados en el futuro, que no solo afectarán a los fabricantes sino también a los proveedores, muchos de los cuales deberán reevaluar sus estrategias de negocio actuales para seguir siendo competitivos en el futuro”.
-cIDG.es