CIO100 Creatividad en TI
PROYECTO: Diseño e implementación de la metodología Ágil.
DESCRIPCIÓN: Después de seis años de emplear una metodología de desarrollo propio –la cual estaba conformaba por CMMI, Rup y PMI–, Interesse, agente de Seguros y de Finanzas, optó por una gestión de sus procesos empresariales mucho más ágiles. “Nos funcionaron muy bien, pero no eran metodologías ágiles. Y aunque tuvimos un incremento notable en calidad, precisión de estimaciones y tiempo de entregas, nos hacía falta un poco de agilidad e inercia en el equipo”, reconoció Carlo Puerto González, CIO de Interesse.
El directivo informó que entonces decidieron convertirse en SCRUM Master, y utilizaron la agilidad para mejorar los pequeños “cuellos de botella”, principalmente en la parte de ejecución de los proyectos, ya que los esfuerzos se llegaban a dispersar y un gran porcentaje estaba enfocado a la parte de construcción. “Lo primero que hicimos fue armar un equipo para proyectos nuevos y aislarlo por completo de las actividades que eran distractores y se sumergieron bajo la metodología SCRUM”, precisó.
Bajo la metodología Ágil, Interesse emprendió tres proyectos grandes y nuevos: el primero de ellos se realizó en un 70% de tiempo con respecto a la metodología original, el segundo se consiguió a la mitad de tiempo y ya para el tercer proyecto se logró un ahorro del 60%.
RESULTADOS/BENEFICIOS: “Incrementamos en un 50% la velocidad de nuestro equipo de desarrollo software, reduciendo notablemente los tiempos de entrega de aplicativos. Esto permitió ofrecer soluciones personalizadas a nuestros clientes en tiempos significativamente menores a los ofrecidos por la competencia, además de una importante ventaja competitiva para el desarrollo de nuevos negocios”, comentó Carlo Puerto González.
Al mejorarse la eficiencia del equipo de desarrollo se generaron beneficios adicionales como: optimización de costos y un incremento en la capacidad de producción, reflejándose en un impacto positivo en el ROI. Adicionalmente, la nueva metodología ayudó a mejorar los niveles de calidad. La incidencia de errores se redujo un 30% en comparación con los productos desarrollados con metodologías tradicionales.