En los últimos años, el ecosistema empresarial se ha enfrentado a un reto cada vez más grande para reaccionar y adaptarse a una sociedad caracterizada por su rápida capacidad para cambiar de tendencia, con base al sentido de la inmediatez que presentan los actuales canales de comunicación en el mundo.
Actualmente, en dos días, nuestra sociedad está generando más datos de lo que habíamos podido ser capaces de procesar, desde el inicio de la historia, hasta 2003. Diariamente, surgen y desaparecen nuevas tendencias, modas, productos y conceptos.
En 15 años, Google ha logrado quitar la supremacía empresarial de corporaciones centenarias y, al parecer, ya no contaremos con la presencia de grandes consorcios, caracterizados por su consolidada posición en el mercado.
El surgimiento de la Internet, así como de las populares redes sociales, ha cambiado radicalmente la manera en cómo las personas se relacionan, al mismo tiempo que la forma en como los consumidores reducen la brecha de comunicación entre estos y sus marcas, y/o compañías de interés.
Las compañías en todo el mundo tienden a ser resilientes a los cambios, por ende, logran desarrollar una capacidad de reacción, prácticamente continua/progresiva/constante, con respecto a los cambios, mismos que los retan a innovar, con el propósito de mantener una proximidad con sus seguidores y clientes.
La modalidad de marketingone-to-one nunca había estado tan viva y presente en la vida de las empresas, no obstante, este escenario no ha sido un resultado fortuito, las compañías han entendido la importancia de colaborar, internamente, generando esfuerzos multidisciplinarios, a su vez apalancados por la transformación digital, un factor vital que busca la reinvención de cómo las empresas interactúan con la tecnología, sus ecosistemas, colaboradores y consumidores.
Asimismo, este proceso de digitalización se encuentra siempre atento a las voces que vienen de dentro y fuera de sus propias organizaciones, abriendo espacios para que sus adeptos puedan contribuir con ideas y con el crecimiento de aquellas que incursionan en la disciplina.
La empresa digital es esa entidad que entiende la conciliación de todos estos paradigmas, y no solamente define su estrategia digital basada en herramientas y/o tecnología de forma aislada; sin una visión del contexto, no será posible implementar tecnologías de vanguardia, de manera exitosa, dado a que los resultados no podrán ser percibidos adecuadamente.
Por Guilherme Barcha, Director de SES en everis México.