Dentro del amplio panorama de posibles incidentes en ciberseguridad, puede parecer que las estafas de soporte técnico quedan en un segundo plano, oscurecidas por otras más populares como el ransomware. Sin embargo, se trata de una actividad más común de lo que puede parecer. Así lo indica un estudio de Microsoft, según el cual su alcance llega al 63% de usuarios de computadoras.
En este tipo de delito, el delincuente intenta hacerse pasar por personal de soporte técnico de una compañía conocida, bien a través de un email, de la redirección de una web o ventana emergente o incluso por una llamada telefónica directa al usuario.
Al usuario se le dice que ha habido un problema informático y que se necesita acceder a su equipo. Si lo consigue, de nuevo, hay varias posibilidades, por ejemplo, se puede pedir el pago de una cantidad para que el usuario recupere el control o directamente se roba información personal.
El informe de Microsoft revela que el porcentaje de exposición de los usuarios a este tipo de delitos se ha reducido cerca de cinco puntos desde 2016, hasta el 63%. Un descenso que justifica por la menor incidencia de los ataques a través de ventanas emergentes, que se mantienen aún así como los más comunes con un 49% de casos registrados entre los participantes de la investigación, que abarca 16 países. Otros canales empleados por los estafadores para ganar acceso al equipo son la descarga de software o la redirección a una web concreta.
En relación a las consecuencias del ataque, el estudio señala que el porcentaje de usuarios que ha sufrido pérdidas económicas por la estafa es del 6%, tres puntos por debajo de lo que se estimaba hace dos años. Además, un 8% reconoce haber perdido tiempo y dinero de forma indirecta, a través de la comprobación y reparación del equipo. Tres de cada cuatro citan altos niveles de estrés derivados de la estafa.
El perfil de usuario que más frecuentemente sufren pérdidas de dinero derivadas de estos incidentes es el de un hombre joven, en concreto de la generación Z o millenial.
Según el estudio, tienden a un comportamiento más arriesgado en la web, con acciones como la descarga ilegal de contenidos online. Son, además, personas más familiarizadas con la tecnología, por lo que pueden pecar de exceso de confianza. Los timos telefónicos son más habituales entre usuarios de mayor edad.
Helena Pons, de la Unidad de Crímenes Digitales de Microsoft, da una clave para identificar a este tipo de estafadores. “Nosotros nunca llamamos a nuestros usuarios para decirles que tienen un problema. Solamente les llamaríamos si el usuario previamente ha contactado con nuestro soporte técnico”. Pons llama a no atender a este tipo de contactos. En caso de sospecha de que se haya sufrido una estafa, recomienda contactar con el banco, cambiar las claves y revisar el equipo con un técnico. Si se confirma las sospechas, Pons indica que se debe avisar a la policía.