Entre enero y junio de este año se identificaron alrededor de 430,000 usuarios cuyos equipos o sistemas fueron infectados por malware financiero, generalmente asociado a los troyanos bancarios.

Así lo dio a conocer la firma de ciberseguridad Kaspersky y resaltó que esta modalidad de ataques busca robar los datos financieros del usuario y proporciona acceso a sus activos económicos.

Respecto al primer semestre de 2018, su incidencia se incrementó 7%, un aumento particularmente reseñable entre los actores empresariales: del total de afectados de 2019, un 30.9% son usuarios corporativos, un porcentaje que dobla el del mismo periodo del año anterior, situado en 15.3%.

La firma alerta que estos incidentes pueden ser muy peligrosos, ya que generalmente las redes corporativas dependen de dispositivos conectados. Si uno está comprometido, explican, toda la entidad puede estar bajo amenaza. 

La principal modalidad empleada es el phishing, con más de 339,000 ataques detectados. Este tipo de ciberataque emplea correos o webs disfrazadas de páginas de grandes bancos para hacerse con los datos del usuario.

Respecto a las familias de troyanos más populares empleados en las empresas, cuatro de cada diez amenazas financieras provinieron de RTM, uno de los tipos de malware bancario más peligrosos para este tipo de instituciones en 2018, seguido por el troyano bancario Emotet con un 15%.

Kaspersky alerta de las posibilidades de este elemento para dañar una entidad, ya que una vez que consigue instalarse dentro de la red, puede autodistribuirse a través de vulnerabilidades en dispositivos sin la protección necesaria y descargar amenazas adicionales.

Contra los usuarios privados, el más empleado fue el malware Zbot, usado en uno de cada cuatro casos. Este tipo de ataque, que roba credenciales con la opción de control remoto, estaba dirigido el pasado año casi por completo a objetivos empresariales. 

La firma espera un repunte de los usuarios afectados en la segunda mitad del año, especialmente tras la temporada vacacional.