Tradicionalmente, los 100 primeros días desde que se empieza a desempeñar un rol de responsabilidad se consideran un periodo definitorio, en el que se comienzan a dibujar las líneas maestras del liderazgo sobre las que se construirá el estilo propio de gestión. Esta es una tendencia común tanto si se refiere a cargos políticos como empresariales.
Para las personas que, en este último sector, se encarguen de dirigir las áreas de Infraestructura y Operaciones, “estos días son críticos para mejorar la percepción (de esta área) por las partes interesadas del negocio, generar confianza con los equipos y establecer las bases para impulsar el cambio necesario en la organización de TI”. Así lo explica Katherine Lord, vicepresidenta analista de Gartner. Para ayudar en este periodo, la consultora plantea una breve guía de los 100 primeros días en el cargo.
De hecho, según la firma de análisis, los primeros 100 días deben comenzar a prepararse ya desde antes con una investigación sobre la propia empresa, el puesto y el mercado en general.
En las dos semanas previas se puede además elaborar material introductorio y guías de conversación entre el personal al cargo y los otros equipos de la compañía. De este modo, se maximiza el valor de la primera semana.
Ya en el puesto, el primer día de la persona al mando de Infraestructuras y Operaciones debe consistir, precisamente, en escuchar y comunicarse de forma activa tanto con la propia plantilla como con otras secciones. Durante el primer mes, Gartner apela a desarrollar la fase de evaluación, en la que se establezcan los puntos fuertes y débiles de la parte de TI, tanto a nivel de gestión como del estado físico de los recursos.
Solapándose en parte con la anterior, entre los días 15 y 45 la firma sitúa la fase del plan, en la que se empiece a sintetizar el conocimiento extraído en etapas previas para identificar las prioridades según el impacto comercial y los problemas más urgentes de resolver.
En total, se deben señalar cinco áreas para planificar la acción, de las cuales se seleccionarán dos para elaborar un plan de resolución que se pueda completar durante los primeros 100 días, para conseguir así dos victorias rápidas, y articularlo con los equipos correspondientes. Además, es necesario definir una visión de TI que transmitir a la organización para mejorar el respaldo.
Desde el día 30 y hasta el 80 es el periodo de actuación, en el que se busca demostrar las capacidades de liderazgo personal mediante el cumplimiento de los objetivos iniciales. Junto con esto, la persona responsable del área de Infraestructura y Operaciones debe proporcionar una plataforma para expresar una visión a largo plazo, comenzando por las recomendaciones viables y siguiendo por el compromiso con nuevas iniciativas. Esto engloba tanto la parte de supervisión de cambios como de gestión de recursos y eliminación de obstáculos.
Por último, entre los días 45 y 100 se fragua la medición de respuesta del nuevo liderazgo. Como en otras anteriores, la fase se superpone con la de actuación, de tal modo que se puedan adaptar las iniciativas a los resultados obtenidos. Para esto, es necesario mantener criterios claros y transmitirlos al resto del personal. De este modo, mediante todo el proceso, la persona al cargo de TI consigue un comienzo con confianza, éxito y una perspectiva de futuro positivo.