La actualización tecnológica de las empresas es un proceso que implica a numerosos equipos de la organización; de hecho, en tanto requiere de un proceso de cambio cultural, podría decirse que la involucra por completo. Sin embargo, si hay una figura sobre la que recaiga especialmente el peso de la transformación digital es la del CIO.
Como la persona al mando de la parte de TI, el CIO tiene los conocimientos y las capacidades necesarias para orientar al resto del personal, incluido el CEO. Pero el camino para renovar al personal no es sencillo, y las dificultades pueden llevar, en ocasiones, a que la compañía se quede rezagada. Para ayudar a liderar en transformación digital y situarse como pionera del cambio, el analista y director senior de Gartner, Daniel Sánchez Reina, propone cuatro consejos.
Jugar al juego del “¿y si?”
Se trata de entrar en un proceso de simulación, en la que se invoca al personal para que participe con cualquier tipo de ideas que puedan llevar a determinados éxitos empresariales, sin atender a sus posibles riesgos e incertezas. El objetivo es evaluar estas posibilidades e intentar adaptarlas a la realidad, manteniendo su potencial impacto y asumiendo un cierto nivel de riesgo.
Desafiar las verdades fundamentales
En la línea del anterior, se trata de desafiar al status quo, cuestionarse las bases sobre las que se apoya el negocio en relación a la validez de los productos, el mercado o clientes al que se enfrentan o la propia cultura de la empresa. Lo que se busca aquí es generar la innovación a través del planteamiento de escenarios distópicos que deben resolverse.
Involucrar a la junta directiva
Para difundir esta mentalidad innovadora es esencial implicar al equipo de máximos responsables de la organización. Este proceso de interacción entre los distintos altos cargos permite fomentar un cambio cultural en la forma de pensar el negocio, que se traslade a todos los estamentos de la compañía y repercuta en nuevas actitudes y comportamientos.
Siguientes pasos
La adopción del rol de especialista en transformación digital implica la definición de una estrategia y una hoja de ruta con resultados claros. Esto supone un proceso de escucha activa de las necesidades de los distintos departamentos, a las que buscar respuesta, y la promoción de conversaciones para implementar una nueva cultura digital, en la que se definan qué cambios se deben llevar a cabo. Realizado esto, se deben observar medidas rutinarias que permitan que este proceso se regularice y que todos los agentes sean conscientes de cómo evoluciona.