Ante el potencial de uso tanto errático como malicioso de los drones, hoy más que nunca es necesario proteger a la infraestructura crítica tanto de instituciones e instalaciones gubernamentales como la propiedad privada de empresas, particularmente aeropuertos, turismo y el sector industrial, “por ello creemos que todos los profesionales de la seguridad deben estar actualizados sobre las amenazas que representan los drones y cómo protegerse frente a ellos”, aseveró Guillermo Roselló, Director de Defensa y Tráfico Aéreo de Indra en México.
En el marco del Seminario “Drones – Seguridad VS Amenaza Emergente”, que se realizó en la Ciudad de México con el auspicio del Bureau Internacional de Información y Negocios (BIIN) , Roselló presentó la solución antidron ARMS (Anti RPAS Multisensor System), un sistema que ejerce como escudo inteligente capaz de detectar e identificar la presencia de estas pequeñas aeronaves a kilómetros de distancia, así como de neutralizarlas si invaden el espacio a proteger.
Como sistema multisensor, ARMS aprovecha el potencial que le aportan diferentes tecnologías que van desde el radar, sensores de radiofrecuencia hasta cámaras infrarrojas, entre otros, fusionando e interpretando la información proporcionada por ellos con el objetivo de incrementar y reforzar la capacidad de detección e identificación de las amenazas.
De acuerdo con el directivo de Indra, la estrategia a seguir para defender cualquier espacio se debe basar en tres principios básicos: adaptación a las necesidades específicas del entorno que se protege, integración y empleo combinado de diferentes sensores y contramedidas, y uso redundante de sensores en número y ubicación.
“Esta será la forma de hacer frente a drones cada vez más inteligentes y autónomos, los cuales aprovechan las mejoras tecnológicas que a la vez permiten ofrecer más y diferentes aplicaciones, y que suponen un mayor reto para la seguridad”, señaló Roselló.
En el caso concreto de los aeropuertos, los sistemas antidrones tendrán que integrarse además con los sistemas de gestión de tráfico aéreo (ATM) para discriminar las aeronaves autorizadas de las que pueden representar una amenaza.
Las contramedidas que se utilicen en este entorno deberán ser especialmente precisas para no afectar a la seguridad de las aeronaves ni interrumpir el servicio.
En los próximos años, dijo Roselló, comenzarán a utilizarse de forma masiva para mejorar el transporte, la logística o la agricultura. Para que esto sea posible es necesario contar con sistemas que permitan a los usuarios volar sus aeronaves de forma segura.
En este sentido, Indra ofrece Air Drones, un conjunto de soluciones para gestionar el tráfico aéreo no tripulado en el espacio aéreo de baja altura, es decir, menor a los 150 metros.
Se trata de la “primera solución global”, capaz de ofrecer la flexibilidad y capacidad de adaptación necesaria para gestionar el tráfico a cualquier nivel: local, regional o de un territorio completo, según informó la compañía.