En 2006 los servicios de la nube fueron una revelación para los desarrolladores de software: la increíble capacidad de almacenamiento de la nube se convirtió en una opción mucho más rentable y de utilidad para los ellos. Sin embargo, con los avances en esta tecnología también se incrementaron los riesgos, por lo cual hoy la nube de primera generación ya no es lo suficientemente segura.
La “nube de segunda generación” se destaca por dos componentes principales que no sabíamos que necesitábamos tanto, pero que seguro volverán a cambiarnos la vida: automatización y seguridad.
¿Y cuáles son las ventajas que ofrece la nube de segunda generación? Esencialmente, contar con una nube más autónoma significa menos trabajo manual, menos errores y mayor seguridad. Con las nubes de primera generación, los equipos de TI aún tienen que hacer todo el trabajo operativo de configuración, monitoreo y mantenimiento en la nube.
Para cualquier empresa que ejecute miles de cargas de trabajo, ese modelo no es rentable. Asimismo, mayor automatización significa menos posibilidades de errores humanos que crean vulnerabilidades de seguridad. “Las nubes de primera generación son complejas… y el error humano es inevitable”, afirmó Edward Screven, Oracle Chief Corporate Architect.
¿Cómo se transforman las empresas hacia la Gen 2?
Aunque muchas empresas se están trasladando a una nube pública externa, también es cierto que la mayoría de ellas seguirán ejecutando algunas aplicaciones desde sus propios espacios.
Sin embargo, las empresas están aprendiendo rápidamente que las nubes de primera generación que dependen de hardware y software básico no cuentan con la capacidad para proteger y ejecutar los datos de la manera segura y confiable que el mundo de hoy exige.
La transformación nunca termina
En la actualidad un negocio no puede darse el lujo de desperdiciar recursos, duplicar o sub-optimizar sus esfuerzos. La disponibilidad constante de nuevas tecnologías y nuevas funcionalidades permite a las organizaciones aprovecharlas para ganar potencia, un mayor entendimiento del cliente y la capacidad de tomar las mejores decisiones. “La parte más difícil de la transformación no pasa, sin embargo, por las computadoras o el software, sino por tener que repensar cómo operar un negocio en entornos modernos y globales, porque, como sabemos, lo único constante es el cambio”, afirmó Safra Catz, CEO de Oracle.