Cambio climático, desastres naturales, sostenibilidad y COVID-19 son algunas de las problemáticas más apremiantes que enfrentamos en la actualidad. Sin embargo, la forma en que las vemos y actuamos, ha cambiado con ayuda de la tecnología.
Por ejemplo, usando Internet podemos hacer una búsqueda para informarnos, una publicación en redes sociales, firmar peticiones digitales o incluso, hasta usar software de código abierto para asistir a comunidades en todo el planeta. “Hemos pasado de tener un rol pasivo, a uno más activo”, opina Claudio Bessa, Líder del ecosistema de desarrolladores para IBM en Latinoamérica.
Afirma que este cambio también ha generado el surgimiento de nuevos activistas que trabajan desde su computadora, aplicando su conocimiento para lograr un cambio. “Los desarrolladores o developers, ellos son los nuevos maestros del código”.
De acuerdo con la consultora Evans Data, a nivel global hay 24 millones de desarrolladores. Ellos están reescribiendo nuestro mundo con código, desde las aplicaciones que usamos todos los días, hasta las tecnologías sobre las cuáles están construidas, muchas de ellas originadas en el código abierto.
¿Cómo contribuyen al mundo hoy?
De acuerdo con Bessa, de IBM, estos “nuevos activistas” están enfrentando a los desafíos más grandes del mundo de la siguientes maneras:
- Creando aplicaciones sociales
“Hoy más que nunca, necesitamos emplear la tecnología de nuevas formas que puedan tener un impacto humanitario inmediato y duradero en las comunidades de todo el mundo”, señala Bessa. Desafíos de código como Call for Code, han congregado más de 180,000 participantes de 165 naciones para crear más de 5,000 aplicaciones de código abierto centradas en la salud y el bienestar de las comunidades en caso de desastres naturales. En 2020, los desarrolladores están siendo invitados a crear soluciones para dos problemáticas: COVID-19 y el Cambio Climático.
- Enseñando a otros
“Los desarrolladores trabajan colaborativamente, ya sea a través de foros o redes sociales”, asegura el ejecutivos de IBM. “Siempre están dispuestos a compartir su conocimiento para optimizar el código”. Además, por medio de programas como P-TECH o comunidades como Outreachy, están extendiendo ese conocimiento a muchas personas alrededor del mundo, ayudando a reducir la escases de profesionales de tecnología.
- Hacking ético
La mejor manera de saber si un programa tiene vulnerabilidades, es encontrándolas. “Es la llamada ‘ingeniería en reversa’. Esa es la función del hacker ético. Buscar, descubrir, reportar y corregir los puntos débiles en el software. También combatir malware o ciberataques para que todos podamos estar tranquilos”, afirma Bessa.
- Aportando al código abierto
Casi la mitad de los desarrolladores a nivel mundial dice que está participando actualmente en proyectos open source. Esa es una de las mejores formas en que la tecnología mejora, evoluciona y adquiere más valor. A través del código abierto, se pueden crear soluciones aplicables y escalables desde comunidades locales hasta globales, como se ha evidenciado con proyectos como Owl, Prometeo y Drone Aid.
“Hoy, en el aniversario número 50 del Día de la Tierra, enfrentamos nuevos desafíos; sin embargo, tenemos grandes oportunidades por aprovechar que seguramente nos llevarán a resolverlos”, dice el ejecutivo de IBM en Latininoamérica. “En el fondo, todos los desarrolladores somos solucionadores de problemas y activistas de cambio”, concluye.