Un estudio realizado por Harvard Business Review señala que el 56% de las organizaciones ya emplean dos o tres plataformas de aplicaciones en la nube. Mientras que la empresa de investigación de mercados Forrester Research, espera que el mercado de la nube pública, aplicaciones en la nube (SaaS), desarrollo de la nube y plataformas de datos (PaaS) e infraestructura en la nube (IaaS) alcance los 411 mil millones de dólares para el año 2022.
“Las empresas que cuentan con una infraestructura basada en la nube tienen una gran ventaja frente a sus competidores, como la facilidad de migrar una parte del equipo de trabajadores a un modelo remoto y laborar de forma ininterrumpida, reduciendo costos y aumentando la colaboración entre los empleados”, comentó Gustavo Parés, director general de NDS Cognitive Labs.
En el contexto actual, donde gran parte de la población realiza sus actividades desde su casa, algunas de las ventajas que puede ofrecer el cómputo en la nube a las empresas y empleados que realiza home office, de acuerdo con NDS Cognitive Labs, están:
Reducción de costos y generación de mayor eficiencia
Las empresas que usan tecnologías en la nube reducen drásticamente el costo de comprar hardware. Ya que no tienen que adquirir servidores locales y centros de datos que requieren personal especializado en la administración y mantenimiento de los equipos. Además, prácticamente elimina el tiempo de inactividad, es decir, los períodos que un sistema informático no funciona debido a fallas, mantenimiento u otras causas, ya que los proveedores de la nube son quienes se encargan de realizar el mantenimiento.
Con esto, las empresas se benefician de una economía de escala. El espacio y los costos de su servidor se pueden compartir con otros usuarios de la nube, lo que resulta en el uso eficiente de los equipos y ahorros monetarios. Por último, en lugar de un gasto de capital, los servicios en la nube son un costo operativo mensual recurrente que es fácil de presupuestar, además de que paga por lo que se utiliza.
Mejora la seguridad
El cómputo en la nube puede proteger a las empresas de fallas de hardware para evitar pérdidas de archivos, ya que, en dado caso de que algún equipo sufra daños y se pierdan los archivos que almacena, éstos siempre estarán listos para utilizarse en la nube. Asimismo, protege a los negocios de piratas informáticos y violaciones de datos, pues los proveedores cuentan con actualizaciones automáticas y medidas periódicas que aumentan la seguridad de los archivos, lo cual es crucial cuando los empleados trabajan desde su casa.
Debido a que el trabajo remoto conlleva una mayor atención por parte de los trabajadores, es indispensable que los colaboradores guarden los datos importantes en la nube, ya que es más segura que un ordenador local.
Aumenta la flexibilidad
Uno de los mayores beneficios de pasar al cómputo en la nube es la flexibilidad que ofrece a las empresas, ya que no importa lo que se realice, probablemente exista una aplicación basada en la nube que ayude a realizar las actividades de manera más eficiente y que se pueda integrar al flujo de trabajo.
Shopify, por ejemplo, reúne la gestión de inventario, el punto de venta, el seguimiento de pedidos y el comercio electrónico en una sola aplicación. Otro ejemplo de esto, son las herramientas de comunicación y colaboración basadas en la nube como Slack o GSuite.
Este tipo de flexibilidad a través de la nube le permite a las empresas a resolver rápidamente los problemas de los procesos comerciales al agregar nuevas herramientas a medida que surjan las necesidades, sobre todo cuando el trabajo es vía remota.
Flujos de trabajo más rápidos
El tiempo es dinero, y cuando lleva demasiado tiempo completar tareas simples, los empleados se vuelven mucho menos productivos. Afortunadamente, la nube puede ayudar a reducir el tiempo que lleva completar proyectos en toda la organización. Con una fuerte colaboración, gestión de proyectos, de clientes y otras herramientas en la nube, los empleados pueden hacer más en menos tiempo desde su casa. Trello, por ejemplo, es una herramienta de gestión de proyectos que hace de la colaboración algo más sencillo para los trabajadores.