Por el COVID-19, las empresas han tenido que adaptarse sobre la marcha para crear entornos de redes remotas que mantengan la seguridad de la empresa.
En gran medida, lo han hecho ampliando las soluciones tradicionales de acceso remoto, incluyendo la infraestructura y los servicios de Red Privada Virtual (VPN), la infraestructura de escritorio virtual, los puntos de acceso WiFi seguros e incluso la SD-WAN (Red de Área Amplia Definida por Software) para uso doméstico.
Según la consultora Gartner, estas soluciones tradicionales basadas en VPN pueden tener algunas desventajas importantes tales como un rendimiento deficiente o vulnerabilidades de seguridad, y no son necesariamente fáciles de usar.
Por lo tanto, tienen la probabilidad de que el trabajo en casa se convierta en una circunstancia permanente. Los departamentos de TI deben buscar una mejor respuesta a largo plazo.
De acuerdo con Gartner, en los próximos dos a cuatro años las empresas tienen la oportunidad de planificar estratégicamente una arquitectura convergente que aborde tanto las redes como la seguridad. Eso es lo que aportaría el Borde de Servicio de Acceso Seguro (Secure Access Service Edge o SASE).
SASE combina las capacidades de la WAN con la seguridad, y las ofrece a través de servicios basados en la identidad, el tiempo, el contexto, el cumplimiento de las políticas de la empresa y la evaluación de riesgos, según Gartner, firma creadora del término.
Los proveedores de tecnología se están moviendo rápidamente para extender sus soluciones de red y seguridad desde el centro de datos y la sucursal hasta la oficina remota, y esto podría encajar en el modelo SASE.
Requerimientos de trabajo en casa
Los empleados que trabajan en sus casas necesitan acceso a cualquier aplicación, desde cualquier dispositivo, lugar y red disponible. Utilizan aplicaciones críticas como VoIP, video y SaaS que requieren conexiones rápidas y de baja latencia. Y debido a que este acceso se despliega ampliamente, la solución debe ser fácil de instalar, simple de operar, flexible y rentable.
Los usuarios del trabajo en casa también deben tener acceso directo a Internet a las aplicaciones basadas en la nube, para superar los problemas de rendimiento y latencia con las tradicionales VPN de acceso remoto que enrutan el tráfico del usuario al centro de datos a la nube, de vuelta al centro de datos, y finalmente de vuelta al usuario.
La seguridad de los trabajadores remotos debe basarse en la identidad, no en la ubicación, y la tecnología de inicio de sesión único y de acceso a la identidad puede agilizar el proceso de acceso.
Los datos sensibles deben ser encriptados en el dispositivo final y cuando están en movimiento. El contexto del usuario es fundamental para comprender a qué aplicación se está accediendo y dónde se están moviendo los datos. La tecnología de seguridad basada en la nube puede proporcionar protección contra el malware, la suplantación de identidad y la prevención de la pérdida de datos.
Finalmente, el aprovisionamiento, la gestión y la resolución de problemas de inteligencia centralizados son fundamentales para que el personal de TI preste apoyo a los usuarios remotos. Ese apoyo se complica por el gran número de dispositivos, redes y aplicaciones que se emplean en el hogar.