Entre las muchas opciones de conectividad de bajo consumo y relativamente corto alcance, destacan dos tecnologías: la Comunicación de Campo Cercano (Near Field Communication o NFC) y el Bluetooth de bajo consumo. Ambas tienen costos de despliegue relativamente bajos y son fáciles de usar.
La NFC es más conocida por ser la tecnología que está detrás de muchas tarjetas inteligentes modernas. Los chips NFC tienen que estar muy cerca —en unos pocos centímetros— de un lector para que se pueda realizar una conexión. No obstante, se puede considerar una ventaja, que se traduce en seguridad y el control de acceso.
Por su parte, Bluetooth LE es un derivado de baja potencia del principal estándar de Bluetooth, que compensa el menor rendimiento potencial con un consumo de energía reducido y la consiguiente capacidad de encajar en una gama más amplia de posibles casos de uso.
A continuación, profundizaremos en las descripciones más detalladas de cada tecnología y sus principales casos de uso.
Características de la NFC
El NFC funciona en rangos de contacto cercano, de tal manera que los dispositivos deben estar a varios centímetros de distancia para hacer contacto. Una “etiqueta” NFC pasiva y legible no requiere ninguna fuente de energía independiente, extrayendo energía de la señal del iniciador, que funciona a unos 13.5MHz y requiere entre 100 y 700 µA de energía cuando se lee una etiqueta de manera activa.
“El corto alcance es, en realidad, una ventaja”, admite el director senior de investigación y analista de Gartner, Bill Ray. “Lo más importante de la NFC es que no es sólo la radio, sino que hay un protocolo de seguridad masivo incorporado”, prosigue. Es decir, un potencial mal actor tendría que estar muy cerca —a pocos metros, usando equipo especializado— para poder incluso detectar una conexión de NFC que exista en ese momento. Asimismo, las implementaciones de NFC también pueden utilizar la tecnología SSL para mayor seguridad.
Eso no es una sorpresa, dado el origen de NFC como tecnología de pago sin contacto. Sus raíces en esa área crean un atractivo para los minoristas, que podrían utilizar NFC para permitir a los clientes obtener información adicional sobre los artículos antes de comprar, obtener cupones, o bien pedir ayuda a un empleado simplemente tocando sus teléfonos en un punto de acceso de NFC.
Aunque el corto alcance de la iniciativa ha limitado el número de casos de uso que tienen sentido para la tecnología de NFC, no se trata sólo de abrir puertas y de comprar café con leche. NFC puede utilizarse para arrancar conexiones para un emparejamiento rápido y sencillo entre dispositivos, de modo que un usuario podría simplemente tocar su teléfono en un proyector debidamente equipado en una sala de conferencias para crear una conexión NFC, o validar que el smartphone es un dispositivo aprobado para conectarse y dar una presentación.
La presentación o los datos de video en sí no se transferirían a través de NFC, pero el uso de NFC actúa como validación de un protocolo inalámbrico diferente, eliminando la necesidad de conectarse, por ejemplo, a una red WiFi, o a cualquier otra red de mayor ancho de banda que pueda transmitir esos datos.
Características del Bluetooth LE
El Bluetooth LE, por el contrario, opera en distancias sustancialmente mayores —en cualquier lugar, hasta varias docenas de metros— y tiene cerca del doble del ancho de banda máximo de una conexión NFC a 1 Mbps. Es un derivado de la conocida tecnología Bluetooth, optimizada para la conectividad máquina a máquina gracias a su menor consumo de energía que el estándar de la línea principal. Utiliza menos de 15 mA de energía en cada extremo de una conexión y tiene un alcance práctico de unos 10 metros, asegurando las conexiones con encriptación AES.
Sin embargo, está lejos de ser un sustituto de la NFC, según el analista principal de Forrester, Andre Kindness. En su opinión, “desde la perspectiva de la transferencia de información [NFC es] mucho más rápido que el BLE”. El BLE suele tardar una fracción de segundo o más en identificar y asegurar una conexión, mientras que ese proceso es más o menos instantáneo con NFC.
Sin embargo, Bluetooth LE es considerablemente más versátil que NFC, gracias a su mayor alcance, según el analista de investigación senior de IDC Patrick Filkins. “Creo que Bluetooth [LE] es un poco más adecuado para la empresa”, explica aquel. Casos de uso como el seguimiento de activos, la navegación en interiores y los anuncios dirigidos son sólo la punta del iceberg.
Para las empresas, por lo tanto, el resultado es bastante sencillo: los casos de uso de NFC están en su mayoría separados de aquellos para los que una empresa usaría Bluetooth. Pero, para el raro solapamiento en el que se puede hacer una elección, las ventajas y desventajas relativas son claras.
NFC es de muy corto alcance, barato, se conecta instantáneamente y tiene una menor tasa de transferencia de datos. Bluetooth LE funciona en distancias mucho más largas y a velocidades más altas, cuesta algo más y tarda un momento en “dar la mano” a sus conexiones.