Hoy en día, muchas empresas buscan la interoperabilidad de los sistemas, la velocidad de respuesta ante ciertos incidentes, la optimización de los recursos y la capacidad de recolectar y transmitir información confiable en tiempo real, con el fin de lograr la digitalización de la industria, la eficiencia de los procesos y la competitividad en el mercado.
Smart Manufacturing es el uso de “sistemas de fabricación colaborativa totalmente integrados que responden en tiempo real para satisfacer las demandas y condiciones cambiantes en la industria, en la red de suministro y en las necesidades del cliente, que permite implementar soluciones a la misma velocidad de los negocios mientras se crea una ventaja de valor”, explicó Ana María Bautista, instructora de BSI Group, empresa de estándares de negocios basada en mejores prácticas.
En lo que hoy se llama la Industria 4.0, agregó Bautista, las tecnologías físicas y digitales se combinan a través de análisis, inteligencia artificial, tecnologías cognitivas e Internet Industrial de las Cosas (IIoT) que son capaces de crear empresas digitales que están interconectadas y son capaces de tomar decisiones más informadas y en menor tiempo. (1)
Las principales industrias como la aviación, automotriz, farmacéutica y transporte marítimo, han migrado a ella con el objetivo de maximizar la eficiencia operativa de los procesos y en los activos; los fabricantes pueden detectar las ineficiencias y los problemas antes y encontrar respuestas más rápido. Además, se identifica la causa raíz, lo que hace toda la diferencia en términos de aumentar la eficiencia y la calidad, al tiempo que disminuye el costo al optimizar el desempeño global de la cadena de suministros en tiempo real.
Esta hiperconectividad permite una mayor sincronicidad de los datos, lo que garantiza que todas las partes interesadas trabajen con la misma información y que las máquinas tomen decisiones operativas.
Las empresas digitales pueden comunicarse, analizar y usar datos para impulsar la acción inteligente en el mundo físico. Es decir, esta revolución está incorporando tecnología inteligente y conectada no solo dentro de las organizaciones sino también en la vida cotidiana.
El reto es simple: las empresas deben prepararse. Actualmente existe el Comité de Coordinación de Fabricación Inteligente como foro para compartir información y desarrollo de normas que consideran diferentes frentes sobre el tema, sin embargo no hay una norma específica para Smart Manufacturing.
Desde la especialización del personal para la implementación de las herramientas adecuadas a la organización hasta aquél con el conocimiento suficiente para la gestión de las nuevas herramientas como Inteligencia Artificial y Big Data, es posible analizar grandes volúmenes de datos y tomar decisiones de manera simultánea para diferentes procesos.
Las comunidades empresariales conectadas requieren la participación de expertos. “Eviten riesgos de ciberseguridad (robo de propiedad intelectual, interrupciones o paros físicos en los procesos diarios) y riesgos de la inadecuada implementación de las herramientas”, mencionó la instructora de BSI.
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