La industria de la gran minería es reconocida por mantenerse a la vanguardia en lo que respecta a adopción de nuevas tecnologías para el desarrollo de sus procesos productivos. Por lo mismo, la irrupción de la pandemia, más que ralentizar esta dinámica, vino a acelerar la Transformación Digital de este sector, reafirmado en México la necesidad de avanzar en forma consolidada hacia una Minería 4.0, Minería Inteligente, o simplemente, Minería del Futuro.
Para Pablo Alejandro Munoz, Key Account Manager de Furukawa Electric LatAm, la adopción de soluciones y procesos constitutivos de la Minería 4.0 “implicará un crecimiento sustancial en la generación de datos, abriendo nuevas posibilidades para la incorporación de herramientas de automatización, IoT (Internet de las Cosas), Inteligencia Artificial y Machine Learning, que permitan procesarlos, gestionarlos y administrarlos, aportando valor a través de incrementos en la productividad y controles más eficientes en la administración de los costos asociados a la operación”.
Según el especialista del grupo industrial de origen japonés, uno de los avances que puede desarrollarse aprovechando las ventajas que ofrece una infraestructura opticalizada es la construcción de redes cognitivas (Cognitive Networks), que al igual que un sistema nervioso orgánico, permiten que máquinas, aplicaciones y robots autónomos se comuniquen en tiempo real, aprendan y optimicen su funcionamiento.
De esta manera, a partir de toda la información histórica recolectada a través de la sensorización de los equipos y maquinaria (temperatura, presión, oxidación, vibración) es posible generar modelos predictivos que permitan calcular la probabilidad de falla y, en consecuencia, tomar medidas preventivas y proactivas.
De acuerdo con el World Economic Forum (2017) han sido identificado cuatro áreas que tendrán un rol muy importante en la minería 4.0, las cuales son:
- Automatización, robótica y desarrollo de hardware operacional;
- Habilitación digital de la fuerza de trabajo a través de conexión digital;
- Integración de empresas y plataformas a través de la conexión de la información de los dispositivos.
- Análisis de los datos generados por los sistemas para soportar las decisiones.
Obviamente muchas empresas ya empezaran a automatizar los diversos sistemas, pero muchas aún sin haber una centralización. Esta centralización para facilitar la gestión y obtener mejores datos son justo el próximo paso para una interconexión y generación de reportes para la toma de decisión que direccionarán de mejor manera la inversión de tiempo, costos y mano de obra para obtener mejores resultados.
Una inversión bien hecha puede incluso reducir costos de seguridad al retirar el ser humano de las actividades más peligrosas a través de una sustitución por automatización y reubicar a las personas para otras actividades de mayor valor agregado.
Ahora bien, explica Munoz, la implementación de estas soluciones requiere como base estructural una sólida red de conectividad. Entre las tecnologías de telecomunicaciones disponibles actualmente, la Fibra Óptica es la que mejor se adapta a los requerimientos críticos dentro de las mineras, ya que además de ofrecer mayores estándares de transmisión y velocidad de datos, proporciona específicas ventajas operacionales, como soportar altas y bajas temperaturas, además del corrosivo contacto con aceites, grasas y productos químicos, situaciones comunes en la minería subterránea y a rajo abierto.
Otra solución propia de la Minería del Futuro son los Gemelos Digitales (Digital Twins), que consiste en crear un modelo virtual alimentado de datos en tiempo real desde el terreno, donde los escenarios se pueden probar rápidamente antes de que se implementen, impactando directamente en ahorros y mejoras constantes en la eficiencia operacional.
A juicio de Munoz, “la implementación de estas soluciones digitales en las operaciones mineras locales requiere necesariamente una inversión constante en tecnologías disruptivas de comunicación, capaces de satisfacer las exigencias crecientes de la Minería 4.0. En una industria que se caracteriza por proyectar su actividad en muy largos plazos, la infraestructura de red debe ser capaz de soportar y satisfacer estas demandas incrementales, en definitiva, debe de ser aprueba de futuro”.