La tendencia a digitalizar se acelera y los CIO enfrentan fuertes presiones para demostrar que sus proyectos aportan verdadero valor de negocio a la organización. Esto implica establecer las prioridades para las iniciativas que mejoren significativamente el desempeño, poner foco en resultados que sean factibles y rápidos de implementar, y que se puedan mejorar con el paso del tiempo, así como registrar el impacto y valor creado.
Con base en la experiencia para apoyar la transformación digital de empresas en los sectores logístico, financiero, de bienes raíces y educación, la empresa Intelimétrica considera que el CIO debe tener tres puntos muy claros antes de comenzar el proceso de la transformación digital:
- Valor de negocio: qué valor de negocio se va a capturar, cómo se va a medir y sobre qué horizonte de tiempo se va a materializar.
- Change management: qué cambios habrá que considerar en la cultura y en la forma de operar de la organización para capturar el valor de negocio.
- Equipo y stack de tecnología: qué habilidades necesita el equipo, cómo las van a desarrollar y qué conjunto de tecnologías requieren para ejecutar la iniciativa digital.
Un caso práctico
Recientemente apoyamos la transformación digital de una institución educativa en línea que, a pesar de que su modelo de negocio fue diseñado totalmente para el mundo digital, carecía de un equipo con conocimientos profundos en analítica avanzada, lo que dificultaba promover una cultura organizacional digital y escalar su negocio.
La organización registró un aumento considerable de inscripciones durante la pandemia, pero después de algunos meses, o incluso semanas, muchos estudiantes dejaron de completar los cursos y abandonaron la institución.
¿Cuáles eran las razones para que los alumnos renunciaran a continuar la currícula? ¿Cómo es que el diseño de los programas educativos, problemas financieros o psicológicos influyen sobre este comportamiento? ¿Cómo podría la institución reaccionar y tomar acción antes de que los estudiantes dejaran la institución e incluso, cómo podrían colocar más cursos entre los alumnos existentes?
La clave está en la data.
La fuga de estudiantes, en cualquier punto del proceso, tiene impactos significativos y negativos en las instituciones, ya sean digitales o tradicionales. Esto se hace evidente en una estrategia financiera fallida, exceso de personal, (aumento en compensaciones por despido de profesores), aumento en costos administrativos, reasignación de maestros y cursos y, lo más importante: en pérdida de ingresos.
Para lograr la transformación digital de la institución, lo primero que hicimos en Intelimétrica fue construir un data lake que permitió unificar una serie de sistemas críticos y eliminar silos de información.
A pesar de las diferentes plataformas y sistemas con los que trabaja la institución, nuestros ingenieros de datos se aseguraron de que cada operación fuese rastreable, conectada, pero sobre todo, que fuera visible y permitiera medir el desempeño de los estudiantes.
Adicionalmente, procuramos que este sistema fuera capaz de identificar desviaciones de comportamientos esperados y de crear flujos de trabajo para asegurar la ejecución de estrategias de retención.
Los tres puntos clave para la transformación digital de esta institución fueron:
- El valor de negocio se centró en mejorar la conversión y retención de estudiantes: más estudiantes, por más tiempo, se traduce en mayores ingresos.
- Los cambios organizacionales fundamentales se centraron en impedir que la información permaneciera en silos y procurar que todas las unidades de negocio tuvieran acceso a información unificada y curada.
- La organización fortaleció su equipo y modernizó su stack de tecnología formando una célula de ingenieros de datos y desarrollo (con la participación de Intelimétrica), con el objetivo de crear un data lake bajo un esquema muy flexible, que permite crecer el impacto que tiene su información en la operación de la organización.
A nivel mundial, los data lakes y la analítica empoderan a las instituciones educativas a entender, en tiempo real, los eventos críticos y patrones que influyen sobre el comportamiento de sus estudiantes. Esto significa que dichos organismos son capaces de corregir a tiempo un potencial débil desempeño entre alumnos –antes de que sea demasiado tarde– midiendo y controlando el riesgo por deserción, manteniéndolos comprometidos e interesados, y refinando y mejorando continuamente sus estrategias de adquisición. Este es el futuro de la educación digital.
Mario Gamboa, CEO de Intelimétrica.