Es necesario cambiar el proveedor de red virtual si se carece de un buen plan para admitir cargas de trabajo cada vez más dinámicas.
Es probable que todos los que trabajan en tecnología piensen que saben los que significan los conceptos de computación en la nube y redes, pero probablemente estén equivocados y sus visiones erróneas sobre el primer término influyan sobre el segundo. Sí, la nube está dominando la computación, pero la mayoría de las cosas no se mueven a cloud. Este matiz está cambiando la forma en que pensamos sobre las redes. La gran mayoría de las cargas que las empresas ejecutan en la nube hoy en día no son más que la capa de presentación de las aplicaciones heredadas de los centros de datos.
El procesamiento de transacciones corporativas, el almacenamiento y la recuperación de datos y el análisis son temas que exigen seguridad y confiabilidad. Desde el principio, los ejecutivos dicen que estas actividades no se trasladarán a cloud porque creen que allí no pueden cumplir con sus requisitos y que el costo sería mayor. A pesar de todo el alboroto que hay alrededor de la economía de escala de los proveedores, el hecho es que la mayoría de las organizaciones logran economías lo suficientemente cercanas a las de la nube que la diferencia no cubriría los márgenes de beneficio del proveedor.
La nube como el front end de presentación del centro de datos
Entonces, ¿por qué vemos que el uso de la nube crece aproximadamente un 40% por año? Porque se está utilizando para hacer cosas que nunca se hicieron en el centro de datos y que ahora serían más costosas y difíciles en este último entorno. Toda esta actividad se relaciona con la forma en que las aplicaciones centrales corporativas interactúan con los clientes, socios y trabajadores, por lo que todas involucran a Internet.
Durante el último lustro, las compañías han estado creando portales que vinculan una deslumbrante experiencia online con las pesadas aplicaciones de sus data centers. Al principio, estos portales estaban dirigidos a los clientes, pero poco a poco se han ido extendiendo como vía de apoyo a los socios mayoristas y logísticos. E, incluso antes de la llegada masiva del teletrabajo, se usaban cada vez más para dar cobertura a los empleados híbridos. Hoy, casi todas las empresas que conozco usan la nube para implementar esos portales. Es la interfaz de presentación de sus centros de datos.
Y, es que, las interfaces de presentación son muy difíciles de construir en los centros de datos. El interés minorista, desde la investigación hasta las compras, varía enormemente incluso de una hora a otra. Los usuarios son intolerantes con los retrasos prolongados y las interfaces deficientes, y tratar de crear este tipo de experiencia altamente interactiva desde los centros de datos significaría desarrollar el volumen máximo y dejar que los recursos permanezcan inactivos durante los períodos más lentos, quizás la mayor parte del tiempo. La nube, con su escalabilidad, ofrece una estrategia más económica y, dado que el alojamiento suele estar disponible en la misma geografía que cada grupo de usuarios, también es probable que funcione mejor.
Este front end de presentación en la nube no trata solo de evitar el centro de datos, sino también la VPN corporativa. La nube recopila la actividad de todos esos usuarios dispersos y las redes en cloud conectan todas las piezas de front end y entrega todo a través de un único conducto al centro de datos. Si el front end de la nube se utiliza para permitir el trabajo en remoto, ¿por qué no usarlo para la actividad desde las oficinas? Si esto se realiza, ¿cuál es la necesidad de una costosa conexión MPLS VPN a esas sucursales? ¿Por qué no usar simplemente SD-WAN o la misma combinación de Internet y nube que respalda a los clientes y socios?
La nube proporciona servicios de red
Ya podemos ver síntomas del enfoque interactivo en tiempo real de la misión de presentación de la nube. Los microservicios, la computación funcional y las GPU frente a las CPU son signos de un pensamiento basado en eventos, y todos van en aumento. Pero también podemos ver señales del cambio que se está impulsando en las redes. Los proveedores de la nube están comenzando a ofrecer servicios de red dentro de sus clouds algo que fomenta la asociación entre Internet y la nube con su única vía de acceso al centro de datos.
El impacto en la creación de redes no se detiene ahí. La nube es una plataforma informática virtual. Las aplicaciones y partes de aplicaciones flotan, aumentan y disminuyen bajo carga, se reemplazan si fallan y se cambian dinámicamente cuando es necesario, sin cambiar otras aplicaciones y partes. Conectar este desorden complejo es trabajo para una red virtual.
Una red real se dirige a puntos de acceso a servicios de red (NSAP), no a personas ni aplicaciones. Los hogares y oficinas tienen un rango de direcciones IP asignadas, y todo lo que se envía a esas direcciones va al NSAP que conecta la ubicación. En el centro de datos ocurre lo mismo; las aplicaciones no tienen direcciones que son las direcciones donde están alojadas. Esto se descompone en la nube, con escalamiento y redistribuciones, por lo que los proveedores han ofrecido durante mucho tiempo funciones de mapeo de direcciones para permitir que una aplicación tenga una dirección fija donde sea que se esté ejecutando. Eso está bien para una aplicación en la nube, pero no funciona para las aplicaciones que se distribuyen en las nubes o se mueven entre la nube y el centro de datos. Para eso, necesitamos una capacidad de mapeo de direcciones que no dependa de un solo proveedor. Necesitamos una verdadera red virtual.
Las redes virtuales, que es lo que realmente son las SD-WAN, se basan en redes IP tradicionales pero tienen sus propias reglas de conectividad. Si una aplicación o componente en la nube se mueve porque se vuelve a implementar o se escala, la dirección virtual no tiene que cambiar. Lo mismo si un componente entra o sale del centro de datos. Dado que las reglas de conexión se establecen en el nivel virtual, algunas implementaciones también pueden admitir lo que solía llamarse grupos de usuarios cerrados, donde los derechos de conexión para un usuario o aplicación se limitaban a un grupo definido.
Las redes virtuales podrían ser excelentes para las personas que tienen varios dispositivos que quieran usar indistintamente. Un trabajador móvil puede utilizar un teléfono cuando está fuera de la oficina y un sistema de escritorio remoto cuando está dentro. Con las redes virtuales, sería posible conectarse con el trabajador independientemente del dispositivo que se esté utilizando y establecer reglas de conexión para el trabajador que se apliquen en el teléfono o en el escritorio.
El pensamiento de red virtual es el mayor lapsus de planificación de redes empresariales. Incluso cuando las empresas realmente usan redes virtuales (VPN, SD-WAN, redes virtuales en la nube como IP elástica y conmutación de centros de datos), no planifican la tecnología, sino la misión. Después de todo, ¿cómo sabe si sus redes virtuales se conectan o colisionan?
Va a haber cada vez más consumidores de tecnología de red virtual. Ahora sería un buen momento para comenzar a exigir que todas las fuentes de su red virtual aclaren cómo encajarán en este nuevo mundo de nubes híbridas y múltiples, y alejarse de aquellas que no tienen una buena estrategia.
-IDG.es